EL ACTOR PRESENTA EN EL FESTIVAL DE ROMA «UP IN THE AIR»

En la rueda de prensa no se hicieron preguntas de tipo privado (sale con su novia italiana, la televisiva Elisabetta Canalis) y fue expulsado por los colegas periodistas y abucheado un holandés de la versión nerlandesa del «Caiga Quien Caiga» que le preguntó si se aderiría a la próxima Parada del Orgullo Gay, dados los últimos rumores de su homosexualidad. Todo fue calor humano hacia el habitante de las colinas del Lago Como y restaurador de la devastada L’Aquila. Lleno de humor y profundidad -marcas de la casa- mostró la profunda complicidad con el joven Reitman, director de las afortunadas «Gracias por fumar» y «Juno». En el film es Ryan Bingham, uno de esos gusanos humanos contratados por las empresas para decidir a quién despedir y así, equilibrar presupuestos. Dentro de sus elegantes ternos y con una maleta de mano en la que cabe lo imprescindible, recorre el mundo en clase business y tiene habitaciones de lujo en hoteles impersonales de cinco estrellas. Acumulador de miles de millas aereas, aspira a vivir eternamente libre y sin responsabilidades. Un buen día, se encuentra con su igual, una ejecutiva llamada Alex, que prefiere ser llamada simplemente «vagina». Un encuentro sexual da comienzo a una esperada relación en aviones y hoteles de lujo. La llegada de una rival en la empresa de despidos, Natalie (Anna Kendrick), que ha elaborado un sistema de eliminación de puestos de trabajo por ordenador, desata una inesperada rivalidad. Dividido entre dos mujeres, con inesperados problemas familiares, el victorioso Bingham comienza a descubrir su soledad.Un poco paralelo al personaje que interpretó en «Michael Clayton», segun Clooney, «no quiere descubrir el amor sino una compañera con la que vivir la vida de cada dia». Y sí, el soltero de oro, admitió que se le puede comprar con el personaje «porque tenemos la misma altura y corte de pelo, aunque al contrario que él, soy el mejor bailarín del mundo». Dió mucho juego el encuentro con Clooney, que admite que se esta retirando de las entrevistas, «porque creo que al final no ayudan a la película, sino todo lo contrario». «He aprendido mi lección y ya no hablo públicamente de mi vida privada ni de política». Reconoció su deuda a su padre «un gran hombre del periodismo real, no del sensacionalista» y alabó el premio Nobel de la Paz al presidente Obama, «un gigante al que el mundo necesita en uno de los momentos más difíciles. Obama puede ser el que más nos acerque a la paz, como Jefferson nos dio la Constitución y JFK manejó la crisis de los misiles». Finalmente, habló de la película que rueda en L’Aquila bajo la direccion del fotografo y director holandes Anton Corbijn, «un verdadero placer», «The American», junto a la actriz nerlandesa Thekla Reuten. «Es necesario que hagamos algo porque no se olviden los desastres. Nosotros tuvimos el Katrina y quisimos que nadie lo olvidara hasta que todos tuvieron un hogar caliente en vez de tiendas de campaña. Podemos hacer lo mismo por las buenas gentes de L’Aquila. El cine es ahora un arma más poderosa que nunca».