La actriz Concha Velasco ha fallecido este sábado a los 84 años en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), según han confirmado sus hijos, Manuel y Paco Martínez: “Lamentamos informar de que nuestra madre, Concha Velasco, ha fallecido hoy sábado 2 a las 02:00 en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, habiendo recibido los Santos Sacramentos, a consecuencia de una complicación en su enfermedad”, ha explicado la familia en un comunicado remitido a los medios de comunicación. “No tenemos más que palabras de agradecimiento para el personal del hospital, y el de las residencias Santa Matilde y Orpea Punta Galea que tan bien han cuidado de ella en estos difíciles tiempos. Somos unos afortunados por haber gozado de la mejor madre del mundo y por recibir el cariño de tantos españoles que la quieren y la admiran. Gracias a todos”, ha añadido sus hijos, quienes también piden una oración por el descanso eterno del alma de su madre.

En el verano de 2021 la salud de la artista se deterioró drásticamente y sus hijos decidieron en marzo de 2022 trasladarla a una residencia. En diciembre de ese año tuvo que ser ingresada en el hospital, con problemas de aparato digestivo, hígado y artritis.

Concepción Velasco Varona, nacida en Valladolid el 29 de noviembre de 1939, tuvo un linfoma en 2014 que la mantuvo apartada de los escenarios durante meses y su vuelta fue condicionada a una vigilancia médica y un reposo que ella misma reconoció que era incapaz de seguir. Su último compromiso fue la obra “La habitación de María”, creada por su hijo Manuel, donde interpretaba a una célebre escritora, Isabel Chacón, que toma el nombre de su tía y el apellido de su madre, que padece agorafobia y vive recluida en un ático del que no se mueve hasta que un incendio obliga a evacuar el edificio.

El 15 de septiembre de 2021, con 81 años, se retiró definitivamente de los escenarios con una última representación en el Teatro Bretón de los Herreros de La Rioja. La eterna «chica ye ye» ha sido una de las artistas más populares y queridas de España, con una carrera que comenzó muy joven, en una época en la que también destacó por «Tormento» o «Más allá del jardín» y por la serie de TVE «Teresa de Jesús».

Entre la Chica Ye Yé y Teresa de Jesús

Concha Velasco era una de las actrices más populares y queridas del cine y la escena española. Concha Velasco nació en Valladolid el 29 de noviembre de 1939. Bailarina antes que actriz, estudia en el entonces protectorado español de Marruecos y en Madrid antes de incorporarse al ballet de la Ópera de La Coruña, de donde accedió a la compañía de Manolo Caracol como artista flamenca y, posteriormente, como artista de revista con la compañía de Celia Gámez. Se inicia en la interpretación a los quince años con «La reina mora”, de Eusebio Fernández Ardavín (1954), a la que seguirían «La fierecilla domada”, de Antonio Román, (1956), «Muchachas en vacaciones”, de José María Elorrieta, (1958) y «Las chicas de la Cruz Roja”, de Rafael J. Salvia, (1958), su total consagración como actriz.

A finales de los años 50 y principios de los 60 consolida su carrera con «Los tramposos”, dirigida por Pedro Lazaga, en 1959, «El día de los enamorados”, a las órdenes de Fernando Palacios, (1959), «Julia y el celacanto” de Antonio Momplet, (también de 1959) o «Amor bajo cero”, de Ricardo Blasco, (1960), entre otros títulos. Con «Historias de la televisión”, de José Luis Sáenz de Heredia (1965), donde interpreta «La chica ye yé”, se convierte además en una reconocida cantante logrando un éxito descomunal con la canción, icono de una generación.

En esta época trabaja junto a actores como Alfredo Landa, José Luis López Vázquez, Antonio Ozores, Tony Leblanc o Manolo Escobar. La comedia es su ámbito habitual en la pantalla en esta primera época, para evolucionar posteriormente hacia papeles más dramáticos demostrando su total versatilidad.

Ya en los años 70, además de ponerse al frente de la primera huelga de actores en los estertores del franquismo, participa en títulos como «Tormento” (1974) y «Pim, pam, pum… ¡fuego!” (1975), ambas de Pedro Olea, «Esposa y amante”, de Angelino Fons (1977), «La colmena”, de Mario Camus (1982), «La hora bruja”, de Jaime de Armiñán, por el que logró el premio a la mejor actriz en el Festival de Valladolid por «Esquilache”, de Josefina Molina (1989), por la que estuvo nominada al Goya a la mejor actriz de reparto. Esta inquietud por personajes más complejos se revela también en su carrera en los escenarios, desarrollando una actividad extensa e intensa, abordando todo tipo de géneros.

En el cine sus interpretaciones en cine de los años 90 fueron «Yo me bajo en la próxima ¿Y usted?”, según la obra de Adolfo Marsillach dirigida por José Sacristán (1992), «Más allá del jardín”, de Pedro Olea, (1996) por la que fue nominada al Goya a la Mejor Actriz, o «París-Tombuctú”, de Luis García Berlanga, (1999). Entra en el siglo XXI con «Km. 0”, de Juan Luis Iborra (2001), «Los pasos perdidos”, de Manane Rodríguez (2001), «El oro de Moscú”, de Jesús Bonilla (2002), «Bienvenido a casa”, de David Trueba (2005), «B & B”, de Juan Luis Iborra (2006) o «Chuecatown”, de Juan Flahn (2007).

Su pasión por el teatro le llevó a montar su propia compañía y ha sido al teatro al que, fundamentalmente, ha consagrado estos últimos años, con éxitos como «Hello Dolly”, «Inés desabrochada” o la nueva versión de «Filomena Marturano”, que ya había interpretado en 1979.

Trabajadora infatigable, Concha Velasco también es uno de los personajes claves y más populares de la televisión en nuestro país, desde que debutara en el año 1960 en Estudio 1 de TVE. En 1984 protagoniza «Teresa de Jesús” y, en los 90, participa en programas como «Viva el espectáculo”, «Querida Concha” o «Encantada de la vida”. En la segunda década del siglo XXI se convierte en la presentadora de Cine de Barrio, popular programa de TVE 1, que abandona en 2014 cuando se le detecta un cáncer.

Fue galardonada con el Premio Goya de Honor en 2012, el Max de Honor en 2019, el Valle Inclán a mejor actriz por “Hécuba” en 2015, el Ondas a mejor actriz por “Gran Hotel” en 2012 o la Espiga de Oro de la Seminci por “La hora bruja” en 1985.