LOUISE BROOKS

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    La actriz estadounidense Louise Brooks, que se convirtió en una de las caras más famosas del cine mudo, perfecta encarnación de la mujer fatal, nació el 14 de noviembre de 1906 en Cherryvale, Kansas. Sus padres le inculcaron desde pequeña una gran pasión por los libros y la música ya que su madre era pianista y su padre, abogado, tenía como segunda pasión el violín. A los 9 años fue abusada sexualmente y los 14 años bebía alcohol. Tenía dos hermanos llamados Theodore y Martin, y una hermana de nombre June, quienes se trasladaron en 1920 junto a Louise y sus padres a vivir a la localidad de Wichita.
    Louise Brooks se convirtió en su adolescencia en una excelente bailarina. Tras instalarse en Nueva York para completar su formación y perder su acento local, comenzó su carrera en el mundo del espectáculo como bailarina en la compañía de danza moderna de la escuela de danza Denishaw, con Martha Graham, Ruth St. Denis y Ted Shaw, pero su tozudez provocó su marcha de la compañía. Bajo la protección de amigos influyentes, consiguió entrar como bailarina en las Ziegfeld Follies de Broadway donde pronto fue descubierta por la Paramount, los estudios cinematográficos para los que rodó la gran mayoría de sus películas estadounidenses.

    Su primer film fue «The Street Of Forgotten Men», de 1925. Poco después empezaría a interpretar papeles de protagonista en diferentes comedias a lo largo de los años siguientes: «The American Venus» («La venus americana», 1926) de Frank Tuttle, «A Social Celebrity» (1926) una comedia de Malcolm St. Clair que protagonizó Adolphe Menjou, «Love’em And Leave’em» (1927), otro film dirigido por Tuttle o «Un amor en cada puerto» (1928), película dirigida por Howard Hawks, en el que hacía de vampiresa, que le ayudó a empezar a ser conocida en Europa.
    ICONO DE LA MODA
    La que es considerada su mejor actuación en una película estaounidense fue en «Beggars Of Life» («Mendigos De Vida», 1928) de William Wellman, en la que interpreta a una chica de pueblo de quien han abusado sexualmente, que se escapa con dos vagabundos (Richard Arlen y Wallace Beery) que se encuentra en un tren. En aquel momento de su vida se movía en los círculos de la alta sociedad y era una convidada habitual en las fiestas de la mansión de William Randolph Hearst. En 1926 contrajo matrimonio con el director A. Edward Sutherland, con quien trabajó en «It’s The Old Army Game» (1926), una comedia protagonizada por W. C. Fields. En 1928 Sutherland y Louise se divorciaron. En el año 1928 mantuvo un romance con William S. Paley, y se la relacionó también con Charles chaplin.

    Con su media melena y sus vestidos cortos, Louise Brooks encarnaba perfectamente a las flapper de los años 20, esa joven emancipada que conmocionó a la puritana sociedad estadounidense. Su peinado había creado estilo y muchas mujeres se cortaban el pelo imitándola. Con los años, el cómic «Valentina» se inspiraría en su rostro y corte de pelo.

    Con el triunfo del cine sonoro, y después de que Brooks se negase a hacer una versión sonora de su película «The Canary Murder Case», Brooks, ya libre de su contrato con la Paramount, decidió marcharse a Europa para rodar bajo las órdenes del director expresionista alemán Georg Wilhelm Pabst, que la había reclamado años antes, a lo que se había negado la Paramount.
    LULÚ

    En Alemania protagonizará la película de Pabst «La caja de Pandora» («Pandora’s Box», 1928), quitándole el papel a una poco conocida Marlene Dietrich a punto de ser contratada, en la cual interpreta a Lulú, una vampiresa sexual que acaba siendo asesinada a manos de Jack el Destripador, tras arrastrar a todos sus amantes a la perdición. Esta fue la película que convirtió a Louise Brooks en un mito. El film es interesante por el moderno tratamiento que hace de la sexualidad, introduciendo por vez primera la aparición del lesbianismo en la pantalla. A continuación, rodó el drama social «Tres páginas de un diario» («Diary Of A Lost Girl», 1929), de nuevo a las órdenes de Pabst, otra obra maestra del cine mudo, y en Francia «Prix de Beaute» (1930). Las tres películas fueron severamente censuradas debido a que su contenido fue considerado demasiado «adulto” y al escándalo provocado por el tratamiento abierto de la sexualidad, además de su fuerte crítica social. Pasaron desapercibidas para el gran público porque en aquel momento se produjo la eclosión del cine sonoro, perdiendo el cine mudo rápidamente su atractivo.

    Cuando decidió regresar a Hollywood, tras su aventura europea, se encontró con que los estudios la habían incluido en sus listas negras, así que no volvió a disfrutar del éxito que había tenido antes de marcharse a Europa, aunque todavía rodaría siete películas antes de renunciar a su carrera. En 1938 se retiró definitivamente del cine dedicándose a la danza, la escritura y la pintura, actividades que practicó hasta su muerte en 1985.

    En 1933 se casó con el playboy y bailarín Deering Davis, con quien formó el dúo de baile Brooks & Davis. Este proyecto duró breve tiempo, al igual que su matrimonio. Más tarde formaría dueto profesional con Darío Borzani. Además, tras dejar el cine, optó por volver a Wichita (Kansas), donde había crecido, pero acto seguido decidió establecerse en Nueva York, ciudad en la que trabajó también como vendedora en Saks Fifth Avenue y, más adelante, de acompañante de hombres ricos.
    En total hizo 24 películas, dos de las cuales han sido consideradas por la revista The New Yorker como obras maestras, «La caja de Pandora» y «The Diary of a Lost Girl», ambas realizadas en Berlín por Georg Wilhelm Pabst.
    A principios de la década de los 50, los historiadores de cine franceses redescubrieron la figura de Louise Brooks en una retrospectiva sobre cine mudo en la Filmoteca Francesa y proclamaron que era un icono cinematográfico. Este renovado interés por su figura hizo que se llevasen a cabo diversas retrospectivas que consiguieron rehabilitar su situación en los Estados Unidos. Brooks se trasladó a Rochester (Nueva York) en 1956, invitado por el Museo Internacional de Fotografía, que conserva la mayor colección de sus películas. Con su ayuda, comenzó una más que notoria y prestigiosa carrera como cronista de la época del cine mudo y escribiendo su autobiografía.
    Su último gran amor fue el historiador cinematográfico James Card. Mantuvo también una estrecha relación amistosa con el escritor y cronista fílmico Kevin Brownlow.

    Louise Brooks tuvo problemas con el alcohol durante la mayor parte de su vida. Tras vivir muchos años sola, murió el 8 de agosto de 1985 de un ataque al corazón, a la edad de 78 años, después de haber sufrido de artritis y enfisema durante sus últimos años.
    CITAS:
    «Todo actor siente una animosidad natural contra cualquier otro actor; presente o ausente, vivo o muerto»

    «No hay otro trabajo que se pareciera más a la esclavitud que el de una estrella de cine»

    «El gran arte del cine no consiste en el movimiento descriptivo de la cara y el cuerpo sino en los movimientos del pensamiento y el alma transmitidos en una especie de intenso aislamiento»
    «Una estrella brilla por si misma, pero muchas veces la soledad la condena»