JEAN COCTEAU

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    El dramaturgo, cineasta, pintor, diseñador, novelista y poeta Jean Cocteau nació en Maisons-Laffitte, una pequeña ciudad cerca de París el 5 de julio de 1889. Hijo de Georges Cocteau, abogado y pintor amateur y de Eugénie Lecomte, fue el menor tres hermanos, tras Marthe (12 años, que fallecerá en 1958) y Paul (8 años, que morirá en 1961). Su padre, rentista hijo de abogados, se suicidó en 1898 disparándose una bala en la cabeza. Esto, junto con el posterior traslado de sus dos hermanos junto a sus abuelos, hizo que su madre fuera muy sobreprotectora con el pequeño Jean.

    El trabajo de Jean Cocteau refleja la influencia del surrealismo, el psicoanálisis, el cubismo, la religión católica. En su tiempo Cocteau fue un promotor de la moda y el estilo avant garde. Entre sus amigos se incluían destacadas figuras del arte y la cultura, como el pintor Pablo Picasso, el compositor Erik Satie, el escritor Marcel Proust, y el director ruso Sergei Diaghilev.
    En 1900 ingresó en el Lycée Condorcet, del que fue expulsado por indisciplina cuatro años más tarde, y en 1906 continuó su educación en el Lycée Fénelon, donde nunca logró un rendimiento regular debido a su falta de interés.
    Cocteau comenzó a escribir poemas a muy temprana edad y en 1908, Édouard de Max, fanático de la obra del joven, lo presentó como un joven prodigio en una matinée poética en el Théâtre Fémina. Al año siguiente, publicó su primera compilación, «La lampe d’Aladin». En 1909, el año en que se mudó con su madre a la calle parisina d’Anjou, tuvo una fugaz relación con la actriz Madeleine Carlier y, gracias a su amistad con Serguéi Diáguilev y a la revelación de su compañía de danza, Jean Cocteau ingresó al círculo del ballet y el teatro. En 1915 Cocteau conoce a Picasso y sucumbe ante su hechizo. Durante la Primera Guerra Mundial Cocteau sirvió como chofer de ambulancia en el frente belga.
    La muerte súbita de su gran amor, Raymond Radiguet, el 12 de diciembre de 1923 le afectó terriblemente y llegó a plantearse dejar de escribir. Desesperado, Cocteau se aficiona al opio y a pesar de numerosas curas de desintoxicación, consumirá droga hasta el final de su vida. Será en 1925 cuando conozca a Jean Desbordes (1906-1944) a quien dibujará en los «25 Dessins d’un dormeur» de 1929.

    En 1923, Cocteau consumió opio, una experiencia que describió en «Opio” (1923), y que le obligó a pasar un periodo de recuperación en un sanatorio. Durante este tiempo escribió algunas de sus obras más importantes: «Thomas the Impostor» (1923), «Orfeo” (1927), una tragedia en un único acto, «La máquina infernal” (1934), «Los muchachos terribles” (1929), obra maestra sobre cuatro niños atrapados en su propio y terrorífico mundo, y «La sangre de un poeta” (1930). En 1926 Cocteau diseño el decorado para la opera «Pelléas et Mélisande» de Claude Debussy. Cocteau también colaboró con Stravinsky en «Oedipus-Rex», una ópera oratoria.

    Cocteau debuta como director de cine en 1930 con «La sangre de un poeta», cumbre del surrealismo cinematográfico, inspirada en su propia y privada mitología. Ese mismo año escribe su famoso monólogo teatral «La voz humana». Durante 1932 mantuvo una relación con Natalia Paléi, hija de gran duque ruso Pablo Románov. La princesa quedó embarazada, pero abortó. Cocteau se refiere a esta tragedia en Le passé défini», donde asegura que el aborto se habría debido a una violenta escena con Marie-Laure de Noailles. Sin embargo, bien prodría haber sido causado por el opio, droga en la que Cocteau la había iniciado.
    Después de Paléi, ya no se le conocerán relaciones sentimentales importantes con mujeres; solo con hombres: Marcel Khill, a quien conoció el mismo año del aborto de Paléi y con quien realizó en 1936 su viaje alrededor del mundo en 80 días, resultado de una apuesta con el diario Paris-Soir (en «Mon Premier voyage» figurará como Passepartout), el actor Jean Marais, y Édouard Dermit, que se convertiría en su hijo adoptivo y heredero.
    Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Vichy catalogó a Cocteau como «decadente”. Sin embargo, el mismo Cocteau en 1942 escribió un homenaje a un artista fascista, Arno Becker, un error que no pasaría desapercibido. La prensa colaboracionista lo denunció como homosexual y la policía alemana cerró las representaciones de sus obras después de que la propia policía organizase disturbios en sus representaciones. Aunque Cocteau nunca estuvo ostensiblemente interesado en la política, denunció al gobierno de Vichy, pero nunca tomó parte activa en la Resistencia.

    En 1943 falleció su madre; dos años más tarde filma «La Bella y la Bestia» («La Belle et la Bête», estrenada en 1946), especialmente escrita para Marais, su pareja más duradera, a quien había conocido en 1937. Su relación con el joven actor levantó fuertes críticas, que contrarrestó en sus ensayos contra la homofobia. Cocteau le había dado a Marais un papel mudo en su «Edipo Rey» y en 1938, creó para él la obra «Los padres terribles». Marais actuará también en 1946 en su obra de teatro «El águila de dos cabezas», que Cocteau llevaría al cine en 1946, tomando como tema el asesinato de la Emperatriz Elizabeth de Austria, protagonizada por Edwige Feulliére como la Reina, y Jean Marais como su amante y probable asesino. En 1980 Michelangelo Antonioni volvería a llevar esta obra a la pantalla bajo el titulo de «El misterio de Oberwald». Antonioni no estaba especialmente encariñado con la obra de Cocteau, pero quería trabajar con Monica Vitti, su amante, quien hizo el papel de la Reina. En 1949 dirige también «Orfeo», a partir de su propia obra teatral, y es nombrado Caballero de la Legión de Honor.

    Su mano derecha en el teatro y el cine fue el pintor y diseñador Christian Bérard —a quien Cocteau apodaba Bebé—, realizador de las exquisitas escenografías de «La Bella y la Bestia», «La voz humana», «El águila de dos cabezas» y otras obras. Cocteau fue elegido miembro de la Academia francesa el 3 de marzo de 1955 y dos año después se convierte en miembro honorario del Instituto Nacional de Artes y de Letras de Nueva York. Su última película fue «El testamento de Orfeo», de 1959.
    Jean Cocteau murió en Milly-la-Forêt, cerca de Fontainebleau, el día 11 de octubre de 1963, víctima de un infarto de miocardio, horas después de enterarse del fallecimiento de su amiga Édith Piaf, para la que estaba preparando un programa de radio. Su casa está abierta al público, y alberga una importante colección de sus trabajos.