TORMENTO

    348
    Titulo original: Tormento
    Año: 1974
    País: España
    Duración: 89 min.
    Dirección: Pedro Olea
    Guión: Pedro Olea, Ricardo López Aranda, Angel María de Lera y José Frade, basado en la novela Tormento, de Benito Pérez Galdós.
    Música: Carmelo Bernaola.

    Intérpretes

    Ana Belén, Javier Escrivá, Francisco Rabal, Concha Velasco, Rafael Alonso, Ismael Merlo, María Luisa San José, Amelia de la Torre, Milagros Leal, María Isbert, José Ignacio Cabal, María de la Riva, María Alvarez, Pablo Miyar, Juan Carlos Pérez y Mabel Ordoñez.

    Sinopsis

    La acción se desarrolla a finales del siglo XIX. Agustín (Francisco Rabal), emigrante enriquecido en América, regresa a Madrid tras largos años de trabajo al otro lado del Atlántico. Le reciben, codiciosos, sus parientes Francisco y Rosalía de Bringas. Esta última (Concha Velasco), con aires de grandeza, presume de alta posición social, aunque el matrimonio vive modestamente del sueldo de su marido. En casa de los Bringas, Agustín queda fascinado por Amparo (Ana Belén), bella muchacha que trabaja allí como criada durante el día. Esa misma noche, Amparo recibe un recado de una vieja mujer cuando llega a su casa. La joven, sin hacer caso y huyendo de la anciana, entra en su portal. Agustín comienza a cortejar a Amparo, pero Rosalía ha decidido que la muchacha ingrese en un convento ya que, según ella, es la mejor forma de vida para una joven pobre y honrada como Amparo, mientras que Agustín le propone que se olvide de la idea del convento y se case con él. Ella duda cuando Agustín le pregunta si es libre. Al llegar a su casa la portera entrega a la joven una carta que trajo la vieja criada de don Pedro Polo, que rompe sin leerla, aunque tras unos instantes de vacilación, recompone los pedazos y lee su contenido: Querido Tormento, me estoy muriendo y necesito verte. Pedro. Pedro (Javier Escrivá) es un sacerdote que mantuvo una relación con Amparo.

    Comentario

    Primer título de la trilogía sobre Madrid en tres diferentes épocas que ruedan a mitad de los 70, Pedro Olea en la dirección y José Frade como productor. Después vendrían Pim., pam, pum... ¡fuego! y La Corea, sobre el Madrid de postguerra. Esta es una excelente adaptación de la obra de Galdós que recrea el Madrid de finales del siglo XIX, en la que, por primera vez en el cine español, se mostraba a un sacerdote manteniendo relaciones sexuales. Rodada con bastantes medios, es la mejor de las tres. A destacar el excelente reparto en el que sobresale Concha Velasco, con un personaje en el que a priori nadie la veía y que propició el cambio de la actriz hacia papeles más dramáticos.