EL AMOR DE TONY

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    Titulo original: Angéle et Tony
    Año: 2010
    País: Francia
    Duración: 87 min.
    Dirección: Alix Delaporte
    Guión: Alix Delaporte
    Música: Mathieu Maestracci Tema musical: "Dès que le vent soufflera", interpretado por Grégory Gadebois.

    Intérpretes

    Clotilde Hesme, Grégory Gadebois, Evelyne AIDI, Jérôme Huguet, Antoine Couleau, Patrick Descamps, Lola Dueñas, Patrick Ligardes, Elsa Bouchain, Marc Bodnar, Corine Marienneau, Antoine Laurent, Farid Larbi, Tracy, Rama Grinberg, Barbara Chavy, Elsa Motin, Marie-Christine Lecornu, Françoise Louchard y Dany Verissimo.

    Sinopsis

    Un pequeño puerto pesquero en Normandía. Angèle (Clotilde Hesme) es una mujer joven que ha perdido el rumbo. Acaba de salir de la cárcel en la que cumplía condena por su implicación en un accidente que le costó la vida a su marido. Ahora quiere aprovechar esta libertad condicional para dar un giro en su vida y recuperar a su hijo Yohan (Antoine Couleau), que vive con sus abuelos paternos. Por su parte Tony (Grégory Gadebois) es un pescador acostumbrado a la dureza y el sacrificio propio de su oficio. Vive con su madre Myriam (Evelyne Didi), a la que cuida desde la desaparición de su padre pero anhela huir de su soledad y dar rienda a su deseo contenido de disfrutar y vivir con la fuerza de las olas en alta mar. Sus vidas se cruzan por un anuncio y su primer encuentro no será muy positivo, pero ambos buscan un vínculo. Angèle es un poco torpe, bruta y no sabe nada de amor de ahí que sus intentos de seducción choquen contra Tony como en un rompeolas. Así no, no tan rápido. Sin embargo Angèle ha entrado de lleno en su vida, es como una marea imparable y él no se puede creer que ella esté ahí por él.

    Comentario

    Estamos ante la típica historia en la que se vislumbra casi todo, no da lugar a grandes sorpresas. Y contada además de forma tradicional,con el consabido “presentación, nudo y desenlace”. Pero es precisamente en el nudo donde “El amor de Tony” guarda sus mejores tantos, la forma en que la directora y guionista ha sabido darle cuerpo y fuste. A primera vista parece imposible que esa relación prospere. Pero sólo a primera vista, porque los espectadores nos acostumbramos demasiado dócilmente a esa serie de fle chazos “normales” que, para colmo, pocas veces suceden. Así que el gran acierto de la debutante Alix Delaporte es echar su cuarto a espadas por dos protagonistas dispares y, sobre todo, ponerlos frente a frente para que no digan (ni hagan) banalidades. El resultado es una pequeña gran película con mucho encanto y sin pretensiones. A la sencillez del guión, que engarza bien personajes secundarios y situa ciones, hay que sumarle una más que correcta realización, -de algún modo emparentada con la de los hermanos Dardenne-, la belleza del entorno (captado con naturalidad, sin excesivas contemplaciones) y, sobre todo, el estupendo trabajo de sus protagonistas, Clotilde Hesme y Grégory Gadebois, un actor con una fuerza increíble. No tiene más vueltas, ni más misterio “El amor de Tony”. Está concebi da como un cuento donde las hadas que obran el prodigio se parecen más a las orondas y destartaladas de la Bella Durmiente que a otras tan estilizadas y convencionales. Y, como todo cuento, cada uno es libre de creerse…y hasta entusiasmarse.