ÁNGELES Y DEMONIOS

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    Titulo original: Angels & Demons
    Año: 2009
    País: EE.UU.
    Duración: 138 min.
    Dirección: Ron Howard
    Guión: David Koepp y Akiva Goldsman, basado en la novela homónima de Dan Brown
    Música: Hans Zimmer. Temas musicales: "Canto gregoriano: Requiem Aeternam-Introitus (VI)", de "Liturgia Defunctorum, Missae Pro Defunctis", interpretado por Schola of the Hofburgkapelle, Vienna; e "Introitus", de "Lux Aeterna".

    Intérpretes

    Tom Hanks, Ewan McGregor, Ayelet Zurer, Stellan Skarsgård, Pierfrancesco Favino, Nikolaj Lie Kaas, Armin Mueller-Stahl, Thure Lindhardt, David Pasquesi, Cosimo Fusco, Victor Alfieri, Franklin Amobi, Curt Lowens, Bob Yerkes, Marc Fiorini, Carmen Argenziano, Howard Mungo, Rance Howard, Steve Franken, Gino Conforti, Elya Baskin, Richard Rosetti, Silvano Marchetto, Thomas Morris, Jonas Fisch, August Fredrik, Ben Bela Böhm, Paul Schmitz, Jeffrey Boehm, Xavier J. Nathan, Steve Kehela, Ursula Brooks, Rashmi, Yan Cui, Fritz Michel, Maria Cristina Heller, Pascal Petardi, Yesenia Adame, Kristof Konrad, Masasa Moyo, Ed Francis Martin, Cheryl Howard, Endre Hules, Norbert Weisser, Shelby Zemanek, Vanna Salviati, Raffi Di Blasio, Todd Schneider, Roberto Donati, Rocco Passafaro, Emanuele Secci, Anna Katarina, James Ritz, Felipe Torres Urso, Skoti Collins, Adriana Roze, David Speed, Roy Allen III, Aidan Bristow, Jason Ciok, Tammy Colbert, Luca Costa, Shervin Davatgar, Calvin Dean, Vincent De Paul, Brant Dorman, Allen Dula, Liz Duran, Matthew Earnest, Les Feltmate, David Frank Fletcher Jr., Aaron Denius Garcia, Nancy Guerriero, Andy Scott Harris, David Hill, Christopher Karl Johnson, Andrea Kelley, Michael Laren, Dale Pavinski, David Pryor, Paul Richard, Jarrod W. Robbins, Dylan Saccoccio, Joel Shock, Arne Starr, James Tumminia y Ryan Van de Kamp Buchanan.

    Sinopsis

    El Papa ha muerto. Un nuevo cónclave formado por los Preferiti, los cuatro cardenales con más opciones para ocupar la silla vacante, se reúne.Cuando Rogert Langdon (Tom Hanks) descubre evidencias del resurgimiento de una antigua hermandad secreta conocida como Illuminati, la organización clandestina más poderosa de la historia, descubre también el peligro mortal al que se enfrenta la organización más odiada por las sociedades secretas: la Iglesia Católica. Cuando Langdon comprende que el reloj de una imparable bomba de tiempo de los Illuminati, se ha puesto en marcha, vuela a Roma donde une fuerzas con Vittoria Vetra (Ayelet Zurer), una bella y enigmática científica italiana. Ambos se embarcan en una incansable búsqueda a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas, catedrales desiertas e incluso el corazón de la tumba más secreta de la tierra. Langdon y Vetra seguirán la pista de unos antiguos símbolos de hace 400 años que se convierte en la única esperanza de supervivencia del Vaticano.

    Comentario

    Inevitable comparar las dos entregas de las archivendidas hazañas místicas de Dan Brown. Y lo curioso es que si la primera (la más impactante y mejor escrita) obtuvo una traducción cinematográfica claramente fallida, esta consigue mejores resultados y sale casi favorecida. Es cierto que las expectativas de la película anterior eran desmedidas así que, superada la decepción inicial, resulta que “Ángeles y demonios”, planteada en tono menos trascendentalón y con su carga comercial abierta en canal, consigue cierta proporción narrativa, más fuerza, y llega a enganchar. Es un producto light, muy de nuestro tiempo, y el quid de la cuestión está precisamente ahí, en el punto de partida: Ron Howard ha medido esta vez la distancia entre un mero pasatiempo (lo es también la novela) y una improcedente lección de moralina; así que ha traducido a Dan Brown en clave de juego, un discreto laberinto intelectual que va sumando vistosos ingredientes, desde un presunto simbolismo historicista a una no menos presunta conspiración de clérigos o, el más improbable aún, hallazgo de la anti-materia. Para ser sinceros: entre escenarios francamente espectaculares (Roma siempre tan agradecida), un buen trabajo de Tom Hanks, que se cree más su papel, y las escasas ínfulas que se adjudica, el relato gana en ritmo y agilidad. Tiene, como la primera entrega, mucho de aventura, algo de misterio, poco de historia...y afortunadamente nada esta vez de romance banal.Si Indiana Jones arrasó en los ochenta y noventa con sus exóticas peripecias, Robert Landong bien dosificado puede erigirse en las próximas dos décadas como el impecable héroe urbanita.