Ha muerto William Friedkin, director de películas imprescindibles del nuevo cine americano como «El exorcista» o «French Connection, contra el imperio de la droga». Friedkin era uno de los representantes más dotados del Nuevo Hollywood que revolucionó para siempre la industria del cine. El cineasta falleció este 7 de agosto a los 87 años en su casa de Los Angeles.

Friedkin formó parte de una generación brillante de cineastas que revolucionaron el sistema de estudios, haciendo películas que eran provocativas e individualistas. De la generación de Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y Brian de Palma para muchos su talento precoz estaba demasiado unido a esa soberbia de joven genio. Alfred Hitchcock le regaño por no usar corbata en los rodajes cuando le contrató para su programa televisivo de terror, y eso no le gustó a Friedkin, que además era admirador del maestro. Su venganza llegó años después cuando ganó el Premio del Sindicato de Directores por «The French Connection», que en España se tradujo como «Contra el imperio de la droga». Al subir al estrado a recoger el galardón, señaló a la pajarita del esmoquin y le susurró al director de Vértigo con soberbia: «¿Qué te parece la corbata, Hitch?»

Friedkin había nacido en Chicago el 29 de agosto de 1935 y comenzó su carrera en 1962 haciendo trabajos para televisión, entre otros, en la serie «Alfred Hitchcock presenta» (1965),​ para la que dirigió alguno de sus capítulos. A lo largo de su trayectoria ha seguido vinculado al medio, dirigiendo episodios para series como «The Twilight Zone» (1985), «Cuentos de la cripta» (1992) o C.S.I. (2007-2009). En cine su primera película fue «Good Times», de 1967, un musical protagonizado por Cher y Sonny Bono, pero no sería hasta 1971 cuando su nombre se hiciera reconocido al dirigir «The French Connection», un thriller de suspense policíaco protagonizado por Gene Hackman, Fernando Rey y Roy Scheider que recibió cinco premios Óscar.

Tras ese éxito llegaría en 1973 la obra maestra del cine de terror «El exorcista», basada en la novela del mismo título de William Peter Blatty, quien se encargó a su vez del guion de la cinta, que fue nominada a diez premios Óscar (caso excepcional tratándose de un filme de terror), de los que ganó dos.

Llevó a la pantalla «Los chicos de la banda», según la obra de teatro de Briadway con su mismo reparto, pero tras esos éxitos comerciales y de crítica la carrera como realizador de Friedkin fue paulatinamente disminuyendo, aspecto del que tuvo su parte de culpa su siguiente proyecto: «Carga maldita» (1977), un remake de la película «El salario del miedo», de Henri-Georges Clouzot. Su fracaso en taquilla impulsó al realizador a tener que aceptar posteriormente proyectos de menor presupuesto como «A la caza» (1980), con Al Pacino y Paul Sorvino, o «Vivir y morir en Los Angeles» (1986), con William Petersen y Willem Dafoe.

Entre sus últimos trabajos para la gran pantalla se encuentran «Jade» (1995), con David Caruso y Linda Fiorentino; «Reglas de compromiso» (2000), interpretada por Samuel L. Jackson, Tommy Lee Jones, Guy Pearce y Ben Kingsley; «Bug» (2006), con Ashley Judd; y «Killer Joe» (2011), con Matthew McConaughey y Emile Hirsch. También, desde 1996, había desarrollado una intensa labor como director de ópera tras obtener el plácet de personalidades como Zubin Mehta o Plácido Domingo.

Friedkin escribió unas muy interesantes memorias, «The Friedkin Connection», y su sabiduría cinematográfica deslumbró a alumnos de escuelas de cine de todo el mundo. Venía de una familia pobre y a los veintitantos se había hecho rico. Resulta muy interesante como describía la pobreza que conocíó de niño en un hogar de judíos de origen ucraniano en el que no tenía acceso a libros y películas. «Los tipos con los que salía, como yo, no tenían una brújula moral», escribió. «Literalmente no sabía la diferencia entre el bien y el mal»