El actor y artista multidisciplinar Àngel Jové ha fallecido este miércoles, 18 de octubre, a los 83 años en Girona, tras haber sido hospitalizado tras sufrir un ictus. Jové, que pese a haberse apartado de la vida pública seguía trabajando en su casa en Girona, reivindicó en Cataluña el arte pobre y conceptual, entre otras tendencias, y fue diseñador, poeta y actor en varias películas de Bigas Luna.

En los años 70 y 80, tras haber trabajado en varias disciplinas artísticas, entró en el mundo del cine y fue protagonista en películas como «Bilbao» (1978), «Caniche» (1979) y «Angustia» (1986), todas ellas de Bigas Luna, o «Pasión lejana» (1986), de Jesús Garay. Durante esa misma época, ejerció como guionista y director artístico en TVE y TV3, a la vez que trabajaba como diseñador gráfico e ilustrador para varios clientes particulares.

Nacido en 1940 en Lleida, Jové formó en 1964 el grupo Cogul, reivindicando primero el informalismo y después el arte pop. Gracias a sus estudios de arquitectura, se puso a experimentar entre ambas disciplinas. Sus primeras obras artísticas se centraron en el uso de materiales cotidianos y poco convencionales y en la reflexión sobre cómo generaban formas y espacios. A mediados de los años 60, introdujo en Cataluña el arte pobre, una época en la que participó también en muchos de los eventos pioneros del arte conceptual en el país. Así, pasó a ser un artista fundamental en el movimiento del arte conceptual catalán, sosteniendo que el concepto de una obra es la parte esencial de la misma.

Participó en gran parte de las primeras muestras de arte conceptual en Cataluña: en la Sala Gaspar de Barcelona (1966); el Jardí del Maduixer de Barcelona (1968-1969), junto con Sílvia Gubern, Jordi Galí y Antoni Llena; la Petite Galerie de Lleida (1968 y 1970); el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya en Barcelona (1969 y 1970) y la Sala Vinçon de Barcelona (1975). Hizo incursiones en el arte contestatario, nacido como reacción ante la creciente comercialización del arte y que utilizaba la impresión fotográfica sobre telas, fotomontajes y «environments».

En la década de los años 70, indagó en otras disciplinas artísticas como la fotografía y, a lo largo de su trayectoria, transitó también por la poesía, el cine, las instalaciones y el diseño. A principios de la década publicó una serie de poemarios, Verbo Ser (Lumen, 1970) y Tratado de los Órdenes Arquitectónicos (Tusquets, 1971), donde agrupaba una serie de poemas visuales sobre el existencialismo. Entró en el mundo del diseño de la mano de Santiago Roqueta, cuando se le encargó el diseño del interior de la Sala Zeleste de Barcelona. De este proyecto nacieron las lámparas de sobremesa Babel y Zeleste, hechas de alabastro, un material poco apreciado que reivindicaron por sus posibilidades expresivas. Durante su trayectoria artística, Jové realizó numerosas exposiciones, principalmente en Lleida y Barcelona, pero también expuso en ciudades como Ottawa (Canadá), Johannesburgo (Sudáfrica) o Berlín (Alemania).