Sinopsis
La novela autobiográfica inédita, encontrado por casualidad por su hijo Manuel, de Vittorio de Sica, uno de los más grandes directores y actores de la segunda mitad del siglo XX, un relato conmovedor y poético -lleno de historias y personalidades del mundo del espectáculo en las que Vittorio De Sica recuerda las dificultades de su niñez, las frías habitaciones de su juventud, los primeros éxitos teatrales, el fascismo, la guerra, el debut en el cine y el triunfo internacional de sus películas. Entre confesiones privadas, anécdotas y recuerdos, perfiles incisivos de directores, productores y actores, este breve y sorprendente relato se configura como un retrato tanto del esplendor como de la miseria del mundo del cine y del teatro.
Vittorio de Sica (1901-1974) no fue solo el pionero del cine hecho en la calle: antes fue un cantante de fama, talentoso intérprete de teatro y, luego, actor y maestro de la comedia a la italiana, descubridor de actores como Sophia Loren o Alberto Sordi. De Sica es, también, el testigo lúcido de un siglo desafortunado, el vividor que se despierta viendo los destrozos de la fiesta terminada. Era el comediante de los tiempos felices en la que todos sonreían, y donde imperaba un sentido de la frivolidad que se materializó en el cine de teléfono blanco, reflejo de una burguesía acomodada y sus indolentes enredos de alta sociedad.
Pero Italia estró en guerra, y se colgaron los teléfonos blancos para que sonaran los teléfonos negros. Sin embargo, en Roma se pudo disfrutar todavía de una ficticia paz. De Sica se las arregló para que el Vaticano financiase «La puerta del cielo» (1945), que narra el viaje hacia Loreto de un tren con enfermos y peregrinos. Dos años después, se filmarían, «El limpiabotas» (1946) y «El ladrón de bicicletas» (1948).
