LA UNIVERSAL ELIMINA EL SEGMENTO DEL FILME EN QUE SE HACÍA REFERENCIA AL FALLECIDO REY DEL POP

El próximo 10 de julio se estrena «Brüno», un film que ha promocionado a lo grande en un tour mundial en el que ha mostrado diferentes y muy provocativos disfraciones, siempre dentro del personaje del periodista defenestrado en busca de una celebridad inmediata. En Londres, organizó una parada militar disfrazado de guardián «Beefeater» con minishorts; en Madrid, frente a las Ventas, fue un toro de descomunales genitales, al igual que en Berlín, donde posó en un mono «rosa» de desnudez provocadora. En Amsterdam, mostró tanga e inauguró el Distrito Rosa, acompañado de falsos prostitutos, en Los Angeles, fue un soldado en micropantalones de cuero y enorme ametralladora y en Sydney, un guerrero medieval, de nuevo, con las piernas depiladas al aire. Sin embargo e inesperadamente, Baron-Cohen ha tenido que autecensurar uno de sus filmes, por vez primera. En la película, Brüno pierde su programa televisivo, «Fünkyzeit mit Brüno», al descuajeringar con un traje a base de Velcro el desfile de la ropa de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada en la pasarela de Milán. Desesperado al perder su estatus de «celebritie», huye a Los Angeles, donde trata de atraer fama instantánea entrevistando a famosos. En un chalé vacío por la inoperancia de su asistente Lutz, trata de entrevistar al juguete roto que es Paula Abdul. En sustitución de los muebles, desnuda a sus jardineros mexicanos y les hace servir de sillas y mesas. El momento más repulsivo surge cuando uno de ellos, sirve de mesa todo cubierto de comida sushi». Abdul -que ha logrado de nuevo la fama como juez de la versión norteamericana de «Operación triunfo» sale despavorida. La hilaridad llega con la hermana de Michael Jackson, otro juguete roto conocido como Latoya, quien rivalizó con el fallecido en cirugía facial. Latoya se sorprende ante el amueblamiento humano, pero siguiendo los consejos de Brüno, elige las piezas de «sushi» más delicadas del cuerpo de un emigrante. Durante la entrevista, accede a consultar su «Blackberry» ante la insistencia del «periodista» austríaco, quien se lo arrebata, para anotar a continuación, el número telefónico de Michael Jackson. En el estudio Universal, han accedido a eliminar el segmento del film que se estrena el próximo día 10. Aunque no todos los ejecutivos del estudio estuvieron de acuerdo, se ha procedido a la censura, con un elevado coste de millones de dólares. Sin embargo, la controversia vendrá con la historia del niño negro «comprado» en Africa a cambio de un iPod, las insinuaciones de la homosexualidad de Arnold Sxharzenegger, el «Gobernator» de California, las alusiones a Hitler, como el austríaco más célebre o el vídeo musical final con Elton John, Snoop Dog y Bono como invitados. Para ver la película no censurada, será necesario esperar a su salida en formato DvD y Blu-Ray. La espera, valdrá la pena. La irreverencia marca de la casa de Sacha Baron-Cohen, cuyo hermano Erran corre con la responsabilidad de la banda sonora, la hacen imprescindible.