Con la colaboración de Filmoteca Española han sido restaurados digitalmente 15 cortometrajes de Juan Pinzás rodados en formato profesional de 35 mm en los años 80 en Galicia y que ya entonces fueron exhibidos en los cines de toda España y particularmente en los de Galicia en donde incluso se anunciaban en la cartelera de los diarios gallegos. En aquella época era obligatoria en las salas de cine la proyección de un cortometraje previo a la proyección del largometraje. Los cortos del cineasta gallego, como reconoce él mismo, fueron su verdadera escuela de cine y le sirvieron para dar muy pronto el salto al largometraje, y poder dedicarse profesionalmente a este oficio que era y sigue siendo su pasión, pues casi 40 años después continúa ejerciéndolo con el mismo entusiasmo de entonces. Ahora aquellas películas de corta duración de Pinzás son reconocidas por analistas cinematográficos e historiadores del cine como pequeñas joyas de especial interés y valor artístico que hay que rescatar para que las nuevas generaciones puedan valorarlas y disfrutarlas. Y a partir de este viernes, 16 de abril, los cortometrajes de este pionero del cine gallego podrán verse en la plataforma digital Filmin, y muy pronto estarán también disponibles en otras plataformas y televisiones. En total son 15 cortometrajes de diferentes y variadas temáticas, que van del drama a la comedia, pasando por el cine social, humanista, feminista, e incluso el fantástico. Algunos de estilo experimental, de vanguardia, y otros con narrativa y estructura más clásica como “Una historia gallega” (1983), que nos adentra en el drama ocurrido a una familia de campesinos en la Galicia rural de mediados del siglo XX, con influencias de Bergman y también de Valle Inclán, ambos calaron en el cineasta gallego, que supo universalizar esta temática.

El estilo personalísimo del cineasta vigués que conocemos por sus largometrajes, único cineasta español recocido en la etapa histórica del movimiento de vanguardia Dogma 95, premiado por la Asociación de Críticos de Nueva York en dos ocasiones, nominado al premio Goya en 2014, etc., proviene ya de aquellos cortometrajes que a decir de los expertos hoy, casi cuatro décadas después de haber sido filmados, tienen plena vigencia en sus temáticas y planteamientos, poniendo en evidencia que Pinzás era un avanzado a su tiempo, vanguardista y comprometido como cineasta. Cómo si no se explicaría que el cineasta vigués enfocase en estos cortos temas como el machismo, el feminismo, los derechos de igualdad de las mujeres, en “La tercera mujer” (1983) que profundiza de forma metafórica en ello. O retratase y denunciase el maltrato de la mujer en el propio hogar, tan acertadamente como lo hace en “Mujer, mujer” (1983), tema candente hoy. O nos hablara del riesgo a cualquier tipo de adicción en “El tubo de rayos catódicos” (1982), en el que nos muestra a un joven arrastrado al abismo por su adicción a las pantallas (entonces de TV), hoy serían de los móviles, los ordenadores, las redes sociales, ¿es Pinzás un visionario?, se preguntan analistas e historiadores de cine, este corto es más actual hoy que entonces. Y no podemos dejar de citar “Muñeca de azul” (1983), en el que Pinzás, con su personal estilo, nos propone un retrato poético femenino, teñido de soledad, pesadumbre y enorme frustración, a causa de la educación recibida en la infancia y adolescencia por una mujer en la dictadura franquista. Cine valiente, de connotaciones políticas y religiosas, crítico y contundente, que permite a Pilar Sueiro, la particular musa de Pinzás, una brillante interpretación de esa mujer anclada en el pasado, que conmueve al espectador.

Las fichas de todos los cortos, con sus sinopsis, repartos, fotos, etc., pueden consultarse ya en la plataforma Filmin. Los títulos de los 15 cortometrajes son, “Añoranzas”, “Carmín”, “Cien puntos para Julián Pintos”, “Cinefilia”, “El rito”, “El tubo de rayos catódicos”, “Gula”, “Hechizo”, “Homo hominis”, “Juego decisivo”, “La esfera”, “La tercera mujer”, “Mujer, mujer”, “Muñeca de azul” y “Una historia gallega”.

El cineasta vigués ha manifestado que: «con la restauración y digitalización de mis cortometrajes rodados en celuloide de 35 mm en los años 80, se cumple un sueño largamente acariciado por mí. Es una enorme satisfacción saber que los cortometrajes serán conservados para la posteridad perfectamente digitalizados, además de sus negativos y copias de 35 mm, todo depositado en las instalaciones de Filmoteca Española que cumple la importante misión de conservar el patrimonio cinematográfico español, además de otras labores imprescindibles que realiza. Por otro lado es una gran alegría que estas películas cortas hechas con todo el amor, pero con mínimos presupuestos económicos, vuelvan a revivir ahora y puedan ser vistas por las nuevas generaciones. Me siento muy feliz y afortunado por haber dedicado mi vida a hacer lo que más me apasiona, cine, sin duda alguna soy un privilegiado y doy las gracias por ello».

Actualmente Juan Pinzás trabaja en la posproducción de su nuevo largometraje “El corazón de Europa” (2021), del que todavía tiene pendiente por rodar unas secuencias en Galicia y París en el mes de mayo o junio.