El actor estrena esta semana «Tiempo sin aire» y tiene pendientes los de «La playa de los ahogados» y «La punta del iceberg»

El buen momento que ha vivido el cine español en los últimos dos años no ha impedido que uno de los actores más destacado de este país, Carmelo Gómez haya sufrido en carne propia el descenso de la producción. Recién estrenado en el Festival de Málaga uno de sus últimos trabajos, «Tiempo sin aire», el que fuera actor fetiche de Julio Medem, ha anunciado que tira la toalla y que se centrará en el teatro ante la precariedad del cine nacional.

Tras cerca de 30 años actuando en películas, a Gómez le indigna tener que hacer «castings» y pelearse con otros actores por un papel, «haciendo pruebas y sufriendo una humillación horrible», ha dicho en una entrevista.

Aunque últimamente se ha visto poco a Carmelo en el cine (y casi siempre en películas producidas y/o dirigidas por su buen amigo Gerardo Herrero), sin duda que sus 20 años de trayectoria lo han posicionado como uno de los actores más conocidos en España y otros lugares, pues participó en una película pequeña en 2012 y otra en 2013, lo que es muy poco tratándose de él. Quien se diera a conocer por sus papeles en «Días contados», «La ardilla roja», «Tierra» o «Secretos del corazón» y es justo en este año cuando vuelve con tres proyectos producidos por Herrero. El primero de ellos, «Tiempo sin aire», llega a las salas este jueves el cual es un film que habla de la violencia vigente en Colombia y de la sed de venganza.

En el film «Tiempo sin aire» el actor interpreta a un psicólogo infantil, en el drama producido por Gerardo Herrero, con quien trabaja en los otros dos proyectos que estrenará este año: «La playa de los ahogados» y «La punta del iceberg».

«Siento que hay una cierta diletancia, creo que por la presión que estamos viviendo», ha señalado el actor, quien estipula esta decisión definitiva a un cambio general del país. «Tendrían que cambiar mucho las cosas. Si de repente podemos y creamos una nueva Constitución y una nueva Democracia, cambiará la cultura», también señala.

Son muchos los detonantes que han llevado a Gómez a tonar esta decisión, no solo la poca oportunidad que tienen los actores en el cine español, sino también la desilusión que siente respecto a «un gobierno de derechas al que sigue otro de derechas» el cual considera que finalmente «la cultura será relegada porque es incómoda»; en donde cree que se está viviendo una situación en la que la capacidad de expresión se está perdiendo.

Gómez, quien ganó un premio Goya por la película «El método» opina que la asociación que se hace entre gente del cine y subvenciones es el fruto de una «utilización política clarísima». «La cultura da miedo a los regímenes totalitarios, y no sólo lo digo por Rajoy; antes ha habido otros que han tenido miedo a la cultura porque somos contestatarios. Ellos casi siempre hablan para idiotas, y de repente se encuentran con alguien con coherencia y con posibilidades para entrar en los medios de comunicación y eso les revienta el discurso. Así que se ha ido sembrando la semilla del odio y se ha manipulado mucho. La cultura, igual que la educación, es un dato muy a tener en cuenta cuando hablamos del desarrollo democrático de un país», añade.

Carmelo Gómez, tras los estrenos pendientes para este año, pretende dedicarse por completo al teatro, donde afirma que le quieren mucho. «Y yo quiero a los que me quieren, no tienen más que llamarme y hago el trabajo», ha señalado el actor, quien próximamente subirá a escena con la obra «El alcalde de Zalamea».