JOAN FONTAINE

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    Joan de Beauvoir de Havilland, que utiliza como nombre artístico Joan Fontaine, nació el 22 de octubre de1917 en Tokio, Japón. Hermana menor de la también actriz Olivia de Havilland, sus padres eran Walter de Havilland, un abogado británico que trabajaba como profesor, y de Lilian Augusta Ruse, que había sido actriz. A los dos años de edad, los padres de Joan se divorciaron. Joan era por aquel entonces una niña enfermiza que había desarrollado anemia. Por prescripción de los médicos, la madre de Joan se trasladó con sus hijas a los Estados Unidos donde se asentaron en la ciudad de Saratoga, California.
    La salud de Joan mejoró rápidamente y pronto empezó a tomar lecciones de dicción junto a su hermana, con la que permanece enemistada desde hace muchos años. También fue una niña muy brillante que obtuvo un valor de 160 en un test de inteligencia a los 3 años. A los 15 años, Joan volvió a Japón donde vivió con su padre durante dos años.

    Cuando volvió a los Estados Unidos, siguió los pasos de su hermana Olivia y empezó a aparecer sobre los escenarios y en películas, pero no obtuvo el permiso de su madre, quien prefería que fuera su hermana quien usara el apellido de la familia. Fue entonces cuando Joan se vio forzada a inventarse un nombre (primero fue Joan Burfield, y finalmente Joan Fontaine, utilizando el antiguo nombre de su madre sobre los escenarios).
    Joan Fontaine debutó en los escenarios con la obra «Call It A Day» en 1935 y pronto recibió una oferta para firmar un contrato con la RKO. Su debut en el cine fue un pequeño papel en la película «No More Ladies» (1935). También fue seleccionada para aparecer en la primera película de Fred Astaire sin Ginger Rogers para la RKO: «Señorita en desgracia» (1937). La película fue un fracaso, por lo que Joan Fontaine continuó apareciendo en pequeños papeles durante una docena de películas, pero su contrato expiró en 1939 y no fue renovado. Ese mismo año se casó con su primer marido, el actor británico Brian Aherne.

    Su suerte cambió una noche en la que asistía a una cena donde se encontraba sentada cerca del productor David O. Selznick. Durante la cena, ella y Selznick hablaron sobre la novela de Daphne du Maurier «Rebeca». A raíz de la charla, Selznick le pidió que hiciera una audición para el papel de la heroína anónima. A partir de ese momento aguantó seis meses de pruebas y audiciones junto con cientos de actrices, hasta que se aseguró interpretar el papel. La película «Rebeca» supuso el debut en el cine estadounidense del director británico Alfred Hitchcock. La película fue estrenada en 1940 y Joan fue candidata al premio Óscar a la Mejor actriz.
    Aunque ese año no ganó el premio (se lo llevó Ginger Rogers por su papel en «Kitty Foyle»), sí que lo ganó al año siguiente por «Sospecha», que también dirigió Hitchcock. Ambas hermanas fueron candidatas ese año al premio. El biógrafo Charles Higham describe el momento de recogida del Óscar, apuntando que Fontaine, al subir al escenario, rechazó la felicitación de su hermana, y que Olivia se ofendió mucho por el comportamiento de su hermana. Algunos años después, de Havilland le devolvió el desplante cuando Fontaine, que la esperaba con la mano extendida, vio rechazado su saludo por unas declaraciones que había hecho Joan sobre el marido de Olivia.

    Las hermanas dejaron de hablarse por completo en 1975, porque, según declaraciones de Fontaine, de Havilland no la había invitado a un servicio en memoria de su madre, Lilian de Havilland, quien había fallecido recientemente a causa de un cáncer. Por el contrario Olivia aseguró que había avisado a su hermana, pero que Joan rechazó acudir alegando que tenía mucho trabajo.
    Siguiendo con su carrera artística, su éxito continuó durante los años 1940, cuando destacó en algunos melodramas románticos. Entre sus películas más memorables están «La ninfa constante» (1943) por la que nuevamente es nominada al Oscar, «Alma rebelde» (1944), «El pirata y la dama» (1944), «Mis cuatro amores» (1945), «De hoy en adelante» (1946), «Abismos» (1947), «Carta de una desconocida» (1948), «Sangre en las manos» (1948), «El vals del emperador» (1948). Durante los años 50 su éxito decreció un poco y empezó a aparecer en la televisión y en el teatro. En 1954 protagonizó en Broadway junto a Anthony Perkins la obra «Té y simpatía» («Tea and Sympathy»), por la que obtuvo muy buenas críticas.

    En 1946 se casa por segunda vez, ahora con William Dozier, matrimonio que se prolonga hasta 1951, y un año después se vuelve a casar, esta vez con Collier Young, del que se divorcia en 1961. En 1950 protagoniza, a las órdenes de Nicholas Ray, «Nacida para el mal». De esa década son también «Cariño ¿por qué lo hicistes?» (1951), «Othelo», de Orson Welles (1952), «Ivanhoe», «El bígamo» (1953), de Ida Lupino, «Más allá de la duda» (1956), dirigida por Fritz Lang, «Mujeres culpables» (1957), o «Una cierta sonrisa» (1958)
    Durante los años 1960, su actividad decae. En cine hace «Viaje al fondo del mar» (1961) o «Suave es la noche» (1962), pero sigue trabajando en el teatro, donde aparece en obras como «Private Lives», «Cactus Flower» y la producción austriaca de «El león en invierno». Su última película fue «Las brujas» («The Witches», 1966), la cual también coprodujo. A partir de entonces realizó apariciones esporádicas en la televisión durante los años 70 y 80 y fue candidata a un Emmy por la telenovela «Ryan’s Hope» en 1980.

    En 1964 se casa por cuarta y última vez. Su matrimonio con Alfred Wright, Jr. se prolonga hasta 1969. Joan Fontaine tenía una hija, Deborah Leslie Dozier (nacida en 1948) de su unión con Dozier, y otra hija, Melinda, una niña adoptada de origen peruano, que huyó de su casa. Se sabe que Fontaine también estaba enemistada con sus hijas, posiblemente desde que descubrió que seguían manteniendo relación con su tía Olivia.
    Joan Fontaine fue también piloto, piloto de globo aerostático, una experta amazona, ganadora de concursos de pesca de atún, golfista, experta cocinera y decoradora de interiores. Sus últimos años los pasó en Carmel (California) en una relativa reclusión. En 1979 publicó su autobiografía, «No Bed of Roses». En 1982 acudió al Festival de San Sebastián. Allí comentó: «»Yo jamás me encontré bonita, y en mi familia nadie me dijo que lo fuera. Era muy tímida, y pienso que eso fue bueno para mi papel de «Rebeca»: yo realmente me sentía fea, de verdad. No había tenido novios, siempre había estado con mi madre y mi hermana y no me permitieron tener pretendientes que pudieran adularme»
    Joan Fontaine falleció en su casa de Carmel el 15 de diciembre de 2013 por causas naturales.