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Sinopsis
La acción de desarrolla en una pequeña capital gallega. Vicente (Tristán Ulloa) y Fernando (Emilio Gutiérrez Caba) son amigos íntimos además de compañeros de trabajo. Ambos son profesores en la Facultad de Derecho, y ambos pertenecen a la clase media alta, a la burguesía acomodada. Fernando, mayor que Vicente, es catedrático y ocupa una figura paternal en la vida de Vicente. Ambos son tabién vecinos, habitando chalets contiguos, con sus respectivas mujeres, en una exclusiva urbanización. Vicente aspira a una plaza de catedrático de la Facultad. Si principal rival es Daniel (Alberto Jiménez), un trepa de origen humilde, que se ha hecho a sí mismo, que tiempo atrás fue el protegido de Fernando. Pero Vicente sabe que no tiene que temer porque Fernando ahora le apoya a él y su opinión es determinante el la junta de facultad que decirirá la cátedra. Tanto Fernando como Vicente son personas religiosas, de misa dominical, y eso también da puntos para lograr la cátedra. Todos, y el propio Vicente el primero, se considera un buen hombre. Una tarde, de forma casual, Vicente es testigo de cómo Fernando mata a su mujer. Fernando no se percata de que Vicente ha sido testigo del crimen pero, incapaz de ir a la policía, tampoco puede entender y mucho menos perdonar a su amigo, debido a su férrea religiosidad y su rigidez moral. Hombre de derecho, convencido de que la ley debe estar por encima de todo, comienza a sufrir un dilema moral porque reprueba lo que ha visto pero tampoco puede delatar a su amigo. A la vez, la esposa de Vicente, que no sabe nada, pide al hijo de Fernando, de pocos años, que se quede unos días con ellos. A partir de ese momento, se desatan una serie de acontecimientos que dejarán al desnudo la doble moral de los personajes. Vicente obtendrá la cátedra pero Daniel comienza a sospechar que ha ocurrido algo, sobre todo porque la esposa de Fernando había sido su amante.
