SE VENDE UN TRANVÍA (1959)

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Titulo original: Se vende un tranvía
Año: 1959
Fecha de estreno en España: TVE
País: España
Duración: 25 min.
Dirección: Juan Estelrich (con la colaboración de Luis García Berlanga)
Guión: Luis García Berlanga y Rafael Azcona
Música:

Antonio Ramírez y José Pagán


Intérpretes

José Luis López Vázquez, Antonio García Quijada, Antonio Martínez, María Luisa Ponte, Goyo Lebrero, Pedro Beltrán, Luis Ciges, Chus Lampreave, José Orjas, José María Tasso, Luis García Berlanga y Xan das Bolas.

Sinopsis

A la hora del recreo, diversos pillos se dan cita en el patio carcelario. Uno de ellos narra a los demás el caso que tan injustamente le ha llevado tras las rejas. Él no buscaba sujetos fáciles de desplumar, sino tipos avariciosas que se las den de listos, con los que poder ejercer su natural talento para el timo. A tal efecto, tras arduas pesquisas sobre individuos timables, tropieza en un café con un paleto desconfiado y fantasmón, recién llegado a Madrid, ante cuya presencia organiza una meritoria puesta en escena. Los diferentes miembros de su banda que aparecen sucesivamente como los encargados de un tranvía de su propiedad: el cobrador, un inspector de circulación, incluso una monjita con la que el falso propietario ejerce con largueza una caridad propia de ricos y un vendedor callejero que vigila. Estimulado ante lo que parecer ser un fructífero negocio, el paleto intenta comprar el tranvía, y obtiene tan sólo, en principio, la negativa del supuesto propietario. Al final, el paleto e convence para que se lo venda, momento en que, para dar mayor verosimilitud a la farsa, los astutos estafadores suben a uno en el que prosiguen su comedia. Encantado, el pueblerino les da una abultada cantidad de dinero como adelanto, conviniendo que al otro día les dará otro tanto. Con envidiable sangre fría, los virtuosos estafadores acuden a la cita provistos de falsos contratos, encontrándose entonces con que el pueblerino ha traído consigo a otro desconfiado paisano que, ante la tramoya de los timadores, acaba tan convencido que solicita para él mismo otro tranvía. Impávidos, estos improvisan la figura de una joven beata, supuesta propietaria de otro vehículo, y tardan poco en cerrar el nuevo contrato. A la mañana siguiente los codiciosos paletos intentan recoger la recaudación de los tranvías, ante el estupor de los cobradores, y allí se percatan que han sido engañados. Acuden entonces a la policía, que se admira por la habilidad de tan avispados trapaceros. Y cuando éstos se encuentran intentando vender a otro incauto una baliza aerostática hurtada de la base americana de Torrejón, caen en manos de la autoridad.

Comentario

Episodio piloto de una serie de televisión sobre los timos que nunca se llegó a realizar, codirigido por Luis García Berlanga y Juan Esterlich. La película incide en el género de pícaros, muy de moda en el cine español de finales de los años 50, y muestra una sociedad previa al desarrollismo de los años 60. El mediometraje espantó a los directos de Televisión Española que, aterrados ante la crítica social, no lo emitieron nunca (sería en la década de los 80 cuando se pudo ver) y se suprimió el proyecto de la serie.