PAULINE EN LA PLAYA

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    Titulo original: Pauline a la plage
    Año: 1982
    País: Francia
    Duración: 94 min.
    Dirección: Eric Rohmer.
    Guión: Eric Rohmer.
    Música: : Jean-Louis Valéro.

    Intérpretes

    Amanda Langlet, Arielle Dombasle, Pascal Greggory, Féodor Atkine, Simon de La Brosse, Rosette, Marie Bouteloup y Michel Ferry.

    Sinopsis

    La historia tiene lugar en Agosto en la costa de Normandía. Pauline (Amanda Langlet), demasiado adulta para sus 15 años, que está de vacaciones con su tía Marion (Arielle Dombasle). El primer día en la playa Marion se encuentra con Pierre (Pascal Greggory), un hombre mayor y seductor, que está enamorado de ella desde hace quince años. Por medio de Pierre conoce a Henry (Féodor Atkine), con quién traba un idilio, que encela a Pierre, a quién idealmente Marion destina a Pauline. Henry no es fiel a Marion. Sorprendido por ésta en su dormitorio con Louisette (Rosette), una vendedora ambulante, inventa un ardid para que crea que Louisette estaba con con un adolescente, Sylvain (Simon de La Brosse). Esto motiva que Pauline, testigo de todo lo que pasa entre los adultos, rompa con Sylvain, con el que estaba iniciando una relación. Al final Henry se marcha abandonando a Marion. Pauline ha conocido las falsas ilusiones y las dobleces de los adultos.

    Comentario

    El director y crítico de cine francés Eric Rohmer, uno de los fundadores de la nouvelle vague que rompió los moldes del cine clásico a finales de los años cincuenta, cuyo verdadero nombre es Jean-Marie Maurice Scherer, continúa con Pauline en la playa es la tercera entrega de la serie Comedias y proverbios. Su obra cinematográfica está dividida, conceptualmente, en tres grandes partes: Cuentos morales (1962-1978), Comedias y proverbios (1980-1986) y Los cuentos de las cuatro estaciones (1989-1999). En Pauline en la playa, que se centra en seis personajes, descubrimos a través de la inocente visión de Pauline (Amanda Langlet) los problemas amorosos de los adultos, el sentido del amor y el desamor. A diferencia de las anteriores entregas de las Comedias y provervios, aquí, por primera vez Rohmer muestra una mayor crudeza de situaciones con una incidencia más directa de la cuestión sexual.