Titulo original: Milou in mai.
Año: 1989
País: Francia
Duración: 107 min.
Dirección: Louis Malle.
Guión: Jean-Claude Carrière y Louis Malle.
Música:
Stéphane Grappelli. Temas musicales: General Lavine, de Claude Debussy; y el aria Voi, che sapete, de la ópera Las bodas de fígaro, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Intérpretes
Michel Piccoli, Miou-Miou, Michel Duchaussoy, Bruno Carette, Paulette Dubost, Harriet Walter, Martine Gautier, Rozenne Le Tallec, Jeanne Herry-Leclerc, Renaud Danner, François Berléand, Dominique Blanc, Serge Angeloff, Anne-Marie Bonange, Marcel Bories, Bernard Brocas, Stéphane Broquedis, Etienne Draber, Diane Gracis y Valérie Lemercier.
Sinopsis
Émile Vieuzac, apodado Milou (Michel Piccoli), vive con su anciana madre en una gran casa de campo del suroeste francés, una mansión rodeada de viñedos. Milou nunca ha salido en su vida de la finca familiar y le cuesta imaginar otro mundo diferente al que le rodea. Tras la muerte de su madre llama a todos sus parientes a acudir a su funeral. Son los tiempos de la revuelta estudiantil de mayo del 68. Milou, que tiene sesenta años y se encarga de la propiedad, pide a su hermano Georges (Michel Duchaussoy), a su cuñada Lily (Harriet Walter), a su sobrina Claire (Dominique Blanc) y a su propia hija Camille (Miou-Miou) que vengan al entierro, lo que encierra algunas dificultades por la huelga general desencadenada en Francia. Las relaciones de los descendientes de la anciana señora se regirán por los pequeños dramas personales, las situaciones equívocas y las artimañas para repartir la herencia. Las emociones nunca expresadas y la avaricia que surge irán mostrando el aspecto menos agraciado de todos y cada uno de los personajes.
Comentario
Con el trasfondo de los acontecimientos de mayo del 68 Louis Malle realiza una película próxima al universo visual de Jean Renoir. Una deliciosa película que Louis Malle realizó en su Francia natal tras Adiós muchachos y tras años de trabajo en los Estados Unidos. En el guión colaboró, junto al director, Jean-Claude Carrière, muestra como la revuelta social va creciendo en paralelo a las mezquindades de la propia familia que tiene que repartirse una herencia.
