LA INVENCIÓN DE HUGO

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    Titulo original: Hugo
    Año: 2011
    País: EE.UU.
    Duración: 128 min.
    Dirección: Martin Scorsese
    Guión: John Logan, basado en el libro “The Invention of Hugo Cabret” de Brian Selznick
    Música: Howard Shore

    Intérpretes

    Asa Butterfield, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Chloë Grace Moretz, Ray Winstone, Emily Mortimer, Christopher Lee, Helen McCrory, Michael Stuhlbarg, Frances de la Tour, Richard Griffiths, Jude Law, Kevin Eldon, Gulliver McGrath, Shaun Aylward, Emil Lager, Angus Barnett, Edmund Kingsley, Max Wrottesley, Marco Aponte, Ben Addis, Robert Gill, Ed Sanders, Terence Frisch, Max Cane, Frank Bourke, Stephen Box, Mihai Arsene, Johnny Depp, Eric Haldezos, Alexandra Metaxa, Martin Scorsese, Catherine Balavage, Graham Curry, Amanda Dyar, Kostas Katsikis, Hugo Malpeyre, Ed Pearce, Gino Picciano y Brian Selznick.

    Premios

    Oscar a la Mejor Fotografía, a la Mejor Dirección Artística,al Mejor Montaje de Sonido, al Mejor Montaje de Sonido y a los Mejores Efectos Visuales. Nominada al Oscar a la Mejor Película, al Mejor Director, al Mejor Guión Adaptado, al Mejor Diseño de Vestuario, al Mejor Montaje y a la Mejor Música. Globo de Oro al Mejor Director. Nominado al Globo de Oro a la Mejor Película Dramática.
    Premio BAFTA de la Academia de Cine Británico al Mejor Sonido y al Mejor Diseño de Producción. Nominada al Mejor Director, a la Mejor Fotografía, al Mejor Diseño de Vestuario, al Mejor Montaje, al Mejor Maquillaje y Peluquería, a la Mejor Música Original y a los Mejores Efectos Especiales.
    Nominada al Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos a la Mejor Película Extranjera.

    Sinopsis

    París, 1931. Hugo Cabret (AsaButterfiled), es niño de 12 años que vive con su padre, un hombre viudo, cariñoso y maestro relojero en París. El padre (Jude Law), lleva constantemente a Hugo al cine, y adora las películas de Georges Méliès, el mejor de todos los cineastas. El padre de Hugo muere en un incendio producido en un museo. Hugo queda bajo la tutela de su tío Claude (Ray Winstone), un relojero alcohólico responsable del mantenimiento de los relojes en la estación de tren de Montparnasse. Su tío le enseña como ocuparse de los movimientos y luego desaparece. Hugo vive entre las paredes de la estación, ajustando los relojes, robando alimento y trabajando en el proyecto más ambicioso de su padre: la reparación de un autómata estropeado; un hombre mecánico supuestamente capaz de escribir con un pluma estilográfica. Hugo roba piezas mecánicas en la estación con la intención de reparar al autómata, pero es capturado por Georges (Ben Kingsley) el propietario de una tienda de juguetes mecánicos y confisca a Hugo los planos necesarios para llevar a cabo la reparación. Al autómata le falta una pieza, una llave en forma de corazón. Convencido de que el autómata contiene un mensaje de su padre, Hugo llega a extremos desesperados para reparar la máquina, siempre esquivando a Gustav (Sacha Baron Cohen), el guardia de la estación, que persigue a niños huérfanos con un enorme perro para encerrarlos en una jaula y entregarlos al hospicio. Consigue la ayuda de Isabelle (Chloë Grace Moretz), una niña cercana a su edad y la ahijada del propietario de la juguetería. Hugo descubre el cine para Isabelle, cosa que su padrino nunca le había permitido. Casualmente, resulta que Isabelle tiene la llave para el autómata. Cuando los niños utilizan la llave para activar al muñeco mecánico, este reproduce un dibujo que representa la escena de la película “Viaje a la Luna”, de la cual Hugo recuerda haber oído hablar a su padre. Descubren que la película fue creada por Georges Méliès, el padrino de Isabelle, una precoz -ahora negligente y desilusionada- leyenda del cine, que se retiró, quemó todas sus películas y que sobrevive humildemente vendiendo juguetes en la estación, y que el autómata era una preciada creación suya, de una época en la que fue mago. Finalmente, los niños enlazan nuevamente a Georges con su pasado y con toda una nueva generación de aficionados al cine que han aprendido a apreciar el trabajo de la antigua leyenda.

    Comentario

    “La invención de Hugo” desprende magia en estado puro, la misma magia que ha dado al Séptimo Arte su sentido y valor. Y desde luego que Scorsese se ha vaciado entre los dos polos que siempre obran ese milagro: el del “cerebro” para lograr el encantamiento (el oficio) y el del “corazón” para percibir con cierto candor lo fantástico. Es, en resumidas cuentas, el viejo binomio, la complicidad, entre la técnica y el hechizo. Y vaya si ha funcionado… la inquietante aventura de Hugo nos parte por la mitad y nos transforma en niños embobados pero también, y al mismo tiempo, en adultos boquiabiertos ante tanta perfección. Imposible apartar los ojos de la pantalla, en cualquiera de los casos. De la tremenda historia del niño desvalido y el viejo postergado brota un doble acto de amor, al Cine y al espectador. Scorsese –a la vista está- mima tanto a uno como a otro; y sabiéndose él, con pleno derecho, en los dos bandos, lo mismo se recrea, como director, en la maravillosa puesta en escena y el extraordinario 3D, que se emociona como público. Hugo y Georges representan el arte, la lucha y el es fuerzo; pero hay más, y más de lo mismo: reivindicando la figura de Georges Méliès, Scorsese hace también un acto de justicia; porque si los Lumière pasaron a la historia del cine en calidad de inventores o ingenieros de la máquina, Méliès perdurará como el gran ingenioso, el que la dotó de vida y vigor. No olvidemos que, entre tantos otros oficios, Méliès fue además ilusionista y como cineasta volcó toda su maquinaria en crear justamente eso, ilusión. Y a partir de aquí caben ya todas las interpretaciones sobre la posible identificación de este gran Scorsese con aquel gran genio. En cualquier caso, ha logrado un film irrepetible, único.