CHE, GUERRILLA (2008)

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    Titulo original: Che: Part Two
    Año: 2008
    Fecha de estreno en España: 27-02-2009
    País: EE.UU. - España - Francia
    Duración: 131 min.
    Dirección: Steven Soderbergh
    Guión: Peter Buchman y Benjamin A. van der Veen, basado en el “Diario Boliviano de Ernesto Che Guevara
    Música:

    Alberto Iglesias


    Intérpretes

    Benicio del Toro, Demián Bichir, Rodrigo Santoro, Catalina Sandino Moreno, María D. Sosa, Raúl Beltrán, Raúl “Pitín” Gómez, Paty M. Bellott, Othello Rensoli, Franka Potente, Norman Santiago, Joaquim de Almeida, Pablo Durán, Ezequiel Diaz, Juan Salinas, Luis Muñoz, Lorenzo Ariel Muñoz, Antonio Peredo, Aaron Vega, Giraldo Moisés, Jorge Perugorría, Néstor Rodulfo, Kahlil Mendez, Rubén Ochandiano, Cristian Mercado, Roberto Guilhon, Carlos Acosta, Edgardo Rodríguez, Armando Riesco, José Juan Rodríguez, Daniel Larrazábal, Wilder Salinas, Jimmy A. Céspedes, Eitán Vázquez, Óscar Avilés, Rubén Salinas, Daniel Aguirre, Miguel Villarroel, Diego Ortiz, Jorge Arturo Lora, Lou Diamond Phillips, Marisé Alvarez, Marc-André Grondin, Carlos Bardem, Eduardo Espinosa, Eduard Fernández, Antonio de la Torre, Marco Antonio, Luis Bredow, María Cristina Calá, Edison Narváez, Óscar Jaenada, Bart Santana, Raúl Núñez, Jesús Carrillo, Gastón Pauls, José Julio Park Shin, Juan Carlos Vellido, Raúl Arévalo, Daniel Holguín, Sergio Deustua, Yul Vazquez, Tom Minder, Andrew Petrotta, Frederic W. Brost, Geischglin Rojas, Jordi Mollà, Stephen Casmier, James D. Dever, Roberto Sanmartín, Mark Umbers, Luis Callejo, Matt Damon, Eduard Sanjines, Diego Salazar, René Aragón, Pedro Casablanc, Tomás del Estal, David Zambrana, Flavio Morales, José María Piñeda, Mónica Montoya, Saúl Avila, Miguel Antelo, David Selvas, Jesús Carroza, César Salgado, Martín Bello, Vismark Tito Rojas, Enrique Arce, Christian Esquivel, Benjamín Benítez, Rob Alicea, Lou D'Amato, Oscar Isaac, Robert C. Kirk, Rebecca Merle, Robert Myers, Rich Odell, Mauricio Ovalle, Antonio Pardo, Jason Rivera y Ken Sladyk.

    Premios

    Premio al Mejor Actor (Benicio del Toro) en el Festival Internacional de Cine de Cannes.
    Nominada al Goya a la Mejor Dirección de Producción


    Sinopsis

    El Che Guevara (Benicio del Toro) está en lo más alto de su popularidad y poder tras la Revolución Cubana, cuando pronuncia un vehemente discurso en las Naciones Unidas, reafirmando su compromiso con la lucha del Tercer Mundo contra el imperialismo de los EE.UU. Más que un soldado, el Che es una glamourosa figura de nivel mundial. Es ministro del gobierno de cuba, pero de repente deja todos sus cargos y desaparece de la faz de la Tierra sin dejar rastro. ¿Por qué se ha ido de Cuba? ¿Adónde ha ido? ¿Acaso sigue con vida? Fidel Castro (Demián Bichir) lee ante la televisión la carta de despedida de Ernesto Che Guevara. Pero el Che reaparece de incógnito en Bolivia, irreconocible y realizando operaciones encubiertas. Organiza un pequeño grupo de camaradas cubanos y reclutas bolivianos para comenzar la Gran Revolución Latinoamericana. Sin embargo, nada es igual que en la revolución cubana. Los campesinos no secundan a los revolucionarios, el ejercito del presidente de Bolivia, el general René Barrientos (Joaquim de Almeida), les acosa sin descanso y entre los propios campesinos hay delatores que tienden trampas al Che e indican a los militares su situación.

    Comentario

    En la primera parte de la película Steven Soderbergh nos presentaba a un Che lleno de ímpetu y coraje. También a un personaje de rectitud tan impecable como difícilmente creíble. Pero en ese dudoso y discutible contraste ganaba la fuerza del retrato que lograba finalmente componer. Dibujado el perfil del triunfador allí, asistimos ahora a la de cadencia del mito. Y del hombre también. Y hasta tal punto palpa Soderbergh el ocaso del Che que apenas acapara el relato de su último viaje. Aquí no es tanto él, Guevara, el protagonista (una suerte de justiciero en declive) como lo es el en torno en el que se mueve definitivamente, la fallida campaña boliviana, en la que los rebeldes añoran sus casas y sus familias mientras la revolución a toda costa les que da un tanto grande. Posiblemente acierta el director al reflejar toda la sordidez de ese ambiente y también la indiferencia de las gentes a las que ellos quieren liberar supuestamente. Acierta además en el tratamiento minucioso de los escenarios, en su afán casi documental por capturar la cotidianidad y hasta la rutina de un romanticismo tan lleno de equívocos como es el de “echarse al monte”. Pero todo este proceso, que debiera resultar de principio a fin apasionante, languidece pronto, se alarga de forma incomprensible y acaba discurriendo entre pequeñas anécdotas, incidentes menores, que poco o nada interesan, por más que el retablo lo presida nada menos que el Che. En una palabra: aburre. La película cobra en cambio fuerza y sube en las es cenas finales, con la captura y las últimas conversaciones. Esa liviandad tan sofocante, esa falta de grandeza y hasta de dramatismo, sobrecogen; incluso suponiendo que la realidad no fuera así.