El Festival de Sitges ha acogido por sexto año consecutivo la ceremonia que libra los Premios Méliès de Oro, que otorga anualmente la Federación Internacional de Festivales de Méliès en reconocimiento al mejor largometraje y cortometraje europeos. En esta edición, el galardón a la mejor película ha sido para «Lola» del irlandés Andrew Legge, una patraña de bajo presupuesto que explora, de forma muy inteligente, los viajes en el tiempo de cariz ucrónico. En cuanto al premio a mejor cortometraje, el vencedor ha estado «Gnomes» de Ruwan Suresh Heggelman, una muestra de terror brutal y adorable con los gnomos cual gremlins vengándose de los humanos, protagonizada por unos gnomos con intenciones asesinas. El jurado formado por Francesc Miró, Antoni Peris y Ylenia Cañadas, reconocen la originalidad y la innovación de las dos propuestas, así como el riesgo y la reimaginación de temas muy habituales por el cine de género.

El Méliès Career de este año, que reconoce la trayectoria de un nombre destacado de la industria, ha ido a las manos de Jorge Guerricaechevarría, guionista español que ha colaborado en films de la talla de «Acción Mutante», «El día de la bestia», «Celda 21» (que le valió el Goya a mejor guion adaptado) o más recientemente «Las leyes de la frontera» (por la que obtuvo su segundo Goya). En definitiva, es imposible entender el cine de género español de los últimos 35 años sin la figura de Guerricaechevarría.

Los premios son otorgados por la Federación Internacional de Festivales de Méliès, una red de 29 festivales de cine en 21 países diferentes, con una afluencia mundial de más de 900.000 visitantes, razón por la cual es una fuerza económica y cultural vital dentro del panorama del cine fantástico, y tienen el objetivo de promover las producciones cinematográficas europeas de género fantástico en todo el mundo, mejorando su visibilidad y su posicionamiento tanto entre el público como dentro del sector, a la vez que fomenta su circulación.

La entrega de los galardones ha tenido lugar este 11 de octubre en Sitges, antes de la proyección de «El reino animal», una ambiciosa y arriesgada película francesa que navega entre la ciencia ficción, el drama y la película de aventuras, que maravilló en la pasada edición de Cannes.