Los hermanos Coen prosiguen su carrera de cineastas cada uno por su lado. Su último trabajo juntos fue «La balada de Buster Scruggs», en 2018, un western que hicieron con Netflix, y después cada uno ha hecho sus trabajos en solitario. Joel fue el primero en reaparecer tras la ruptura, estrenando «Macbeth» en Apple TV en 2021. Se trataba de una escrupulosa adaptación en blanco y negro de Shakespeare, encabezada por Denzel Washington y Frances McDormand, que estuvo unas pocas nominaciones al Oscar celebrando el esfuerzo en solitario de Joel Cohen.
Entretanto, Ethan probó primero a dirigir documentales, con «Jerry Lee Lewis: Trouble in Mind», y más tarde quiso incurrir en el cine de ficción con una propuesta radicalmente distinta a la de su hermano. Se trata de «Drive-Away Dolls», una comedia negra con un tono que nos retrotrae a los hermanos Coen de siempre, que ya la tiene finalizada y a punto para ser estrenada el 22 de septiembre en cines de todo el mundo. El recuerdo de «Fargo» o «El gran Lebowski» se intuye en el primer tráiler de la película, que acaba de publicar Focus Features. «Drive-Away Dolls». La película está protagonizada por Margaret Qualley («La asistenta») y Geraldine Viswanathan («#SexPact»). Ambas interpretan a dos amigas, Jamie y Marian, de muy distintos temperamentos. La caótica Jamie ha roto con su novia, con lo que decide unirse a la disciplinada Marian en un viaje por carretera a Tallahassee con el que olvidar sus respectivas desgracias. Su excursión se verá en peligro cuando se cruzan con un grupo de criminales ineptos, escritos al más puro estilo de los Coen (de uno de ellos). El guion de «Drive-Away Dolls» lo firma Ethan junto a Tricia Cooke. El reparto lo completan Matt Damon, Colman Domingo, Beanie Feldstein y Pedro Pascal, que no se pierde una.
Y Joel ha anunciado entre tanto que se encuentra preparando una comedia sexual inspirada en Russ Meyer, el cineasta especializado en mujeres voluptuosas de enormes pechos, una road movie protagonizada por lesbianas cuya mayor referencia asegura que será Russ Meyer, el famoso director sexploitation de los años 70, con cientos de películas en su haber caracterizadas por el bajo presupuesto, el erotismo y el humor camp, entre ellas las consideradas hoy de culto «Vixen», «Supervixens», «Up» o «Más allá del valle de las ultravixens».
