Tras superar un cáncer de tiroides «mostrará» su nueva voz en el show de su amiga Oprah Winfrey

El crítico de cine norteamericano Roger Ebert es toda una leyenda viviente. En 1982 estrenó su programa televisivo «At The Movies» y desde entonces, se convirtió en la referencia obligada de todo lo bueno y lo malo del cine que se estrenaba en las salas estadounidenses. Suya fue la invención de «pulgares arriba» o «pulgares abajo» para, en plan cesariano, encumbrar o hundir una película. Junto con otro crítico, Gene Siskel, creó una pareja crítica cinematográfica de enorme éxito popular. A la muerte de Siskel en 1999, se unió a Richard Roeper en otro tándem de éxito. El tándem a día de hoy continúa.

Pero, en 2007 y por un dramático cáncer de tiroides, Ebert fue sometido a una intervención quirúrgica a vida o muerte. Los médicos le salvaron la vida pero no pudieron evitar que por complicaciones posteriores perdiera la voz y parte de la mandíbula. Ebert tuvo que dejar sus colaboraciones televisivas y radiofónicas. Internet vino en su ayuda y sus críticas han ganado en acidez y exactitud. Su columna sindicada en The Chicago Sun continuó y despues en la red. Pero la tecnología ha venido en socorro de una de las pocas voces veteranas que quedan en la crítica norteamericana.

La compañía británica CereProc, radicada en Edimburgo, ha provisto a Roger Ebert de un sistema de comunicación humana «text to speech» capaz de utilizar la voz de Ebert para generar un discurso coherente. Los científicos de CereProc han creado un archivo con palabras emitidas por Ebert durante años en televisión, radio y DVD’s, a partir de la cual han podido erigir un discurso coherente lejos del tono monótono de la máquina utilizada por Stephen Hawking. El archivo es lo suficientemente amplio como para que Ebert teclee las palabras unidas que expresan sus opiniones y la máquina crea un discurso con la voz del autor del pensamiento.

El doctor Matthew Aylet, de CereProc, es el responsable de la entrega de la máquina a Ebert, quien se propone mostrarla al mundo próximamente a bordo de «El Show de Oprah». Ha declarado: «Roger va a utilizar uno de los primeros modelos, que ya estamos perfeccionando. Y será el quien module la voz de manera que cada vez suene más natural. La meta es que finalmente la voz sea un calco de la natural de su generador».

Ebert, que se desintoxicó de un feroz alcoholismo en 1979, es el fundador de un festival, el EbertFest, con películas elegidas a su capricho, convencido demócrata y el que anticipó que Barack Obama llegaría a la Casa Blanca. Desde su enfermedad, su brazo derecho ha sido su mujer, la juez Charlie «Chaz» Hammel-Smith. Ebert presentará su «nueva voz» en uno de los programas estelares de Oprah Winfrey. No en balde, la reina de la comunicación norteamericana salió a mediados de los 80 con Ebert y fue él quien forjó la fortuna de la diva mediática, animándola a sindicarse. El regreso de la «voz» de uno de los más venerables críticos de cine es siempre una enorme noticia.