En la serie de moda en Estados Unidos han aparecido ya Britney Spears y Miley Cyrus, y pronto lo hará también Katie Holmes

«Glee» es la serie televisiva de moda en Estados Unidos. Producida por la cadena Fox y a partir de las andanzas de un coro de Instituto conocido como Glee Club «New Directions» en el centro de ficción William McKinley High School de la localidad de Lima, Ohio. Toda estrella que se precie quiere un «cameo» o más en ella, desde Britney Spears a Miley Cyrus, pese a sus vestiduras recientes de mujeres de la calle. Javier Bardem lo acaba de conseguir. Katie Holmes, también.

Bardem acaba de estar cinco días en Cancún junto a Julia Roberts por la promoción de «Come, Reza, Ama» («Eat Pray Love»), de próximo estreno. Se podría decir que el canario ha gozado de ciertas ventajas, ya que el productor de la película, Ryan Murphy, lo es también de la serie. A esa figura se le llama favoritismo. La noticia ha sido filtrada por la revista Entertainment Weekly y según la Biblia del entretemiento fílmico y televisivo, Bardem será una estrella de rock de heavy metal, que traba amistad con Artie (Kevin McHale), uno de los personajes del show televisivo.

La penúltima en subirse al vagón del éxito, sin esfuerzo ya que se lo ha conseguido su presunto marido, es Katie Holmes, la mamá de Suri, ésa ex actriz que lleva a su caprichoso vástago de cuatro años siempre en brazos y biberón en mano. La mano de Tom Cruise sigue siendo alargada. Los productores Murphy, Brad Falchuk e Ian Brennan, cuidan mucho a sus invitados, ya que se trata de la serie favorita de los norteamericanos, que ya tiene producciones teatrales en todo el país y el Reino Unido. Habrá que ver cuándo la llevan a la penosa Gran Vía madrileña de nuestros pecados.

El pasado mes de enero y durante la gala de los Golden Globe, la alegre muchachada de los «Glee» se llevó el premio gordo. Con sólo dos sesiones que comenzaron el 9 de septiembre de 2009 y el 13 de abril de éste, se hizo con el Globo de Oro a la mejor serie televisiva, y tres nominaciones para mejor actriz (Lea Michele), mejor actor (Matthew Morrison) y mejor actriz de reparto, la fabulosa Jane Lynch, la jefa de Steve Carrel en «Virgen a los 40 o la hermana de la insufrible Meryl Streep de «Julia y Julie».

Notoriamente, Javier Bardem se apeó del musical cinematográfico «Nine» (ese bodrio que le valió a su novia Penélope Cruz su segunda nominación al Oscar este año) aduciendo estrés y nervios. Le sustituyó Daniel Day Lewis. Mientras esperamos el estreno de «Eat Pray Love» y «Biutiful», que le valió la gloria del premio al mejor actor del pasado Festival Internacional de Cine de Cannes, Bardem, tras su Oscar por «No es país para viejos» prepara suculentos proyectos. Uno secreto con el maestro Terrence Malick, el «thriller» sexual «The Galápagos Affaire» y «Benvenuto al mondo», de Roberto Castellito.

Castellito dirigió a Cruz en «Non te muovere», que le valió a la bella de Alcobendas el premio Donatello a la mejor actriz italiana del año. Cruz no pierde el tiempo llenando sus arcas y rueda ya la cuarta parte de «Piratas del Caribe», de la que se han apeado, inteligentemente, Orlando Bloom y Keira Knightley.