El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski irrumpe por sorpresa en la ceremonia inaugural del 75 Festival de Cannes que ha levantado su telón este 17 de mayo. Desde Kiev, el político ha entrado en directo en el Gran Teatro Lumière por videoconferencia, donde ha pedido a los asistentes, estrellas, cineastas y productores de todo el mundo, que el cine sea combativo contra la guerra. «Que no se calle ante la guerra más terrible desde la Segunda Guerra Mundial», decía por videoconferencia.

El momento ha sucedido unos Instantes después de que Forest Whitaker recogiera su Palma de Oro Honorífica a toda una carrera en una gala conducida por la actriz Virginie Efira, que ha sido la encargada de conectar en directo con Zelenski, que pronunció un discurso apelando al poder del cine para defender la libertad. «Podríamos haber pensado que no iba a haber más guerras, pero tanto entonces como ahora había un dictador, una guerra contra la libertad, y ahora y antes el cine no debe quedarse mudo», decía ante los asistentes que se han puesto en pie. Mientras la prensa ucraniana, ubicada en la sala contigua, ha sacado una bandera ucraniana. «Hace falta un nuevo Chaplin que demostrará que el cine no está mudo. Estoy convencido de que el gran dictador va a perder», añadió.

Tras su aparición se ha proyectado la película de apertura de este 75 Festival Internacional de Cine de Cannes: «¡Cupéz! (Final Cut)», un homenaje de Michel Hazanavicius a los esclavos de los rodajes, una comedia que es un homenaje a los que hacen cine, protagonizada por Romain Duris y Bérénice Bejo. Se trata de un remake de «One Cut of the Dead» («Kamera o Tomeru na!») , la película estudiantil de Shin’ichirô Ueda que se ha convertido en una película de culto en Japón.. Previamente, Hazanavicius había perticipado en una rueda de prensa en la que desveló: «Durante el confinamiento, estaba trabajando en una comedia sobre el rodaje de una película y me había imaginado una historia basada en un plano largo. Un día, hablando con el productor Vincent Maraval, me resultó útil ver una película de un estudiante japonés de la que había adquirido los derechos para hacer un remake. Me puse en contacto con él después de ver la película para abordarla. Pensé que su estructura era absolutamente brillante». Una película coral que también muestra que el cine es un arte de compromiso.