Con dirección de Dominik Moll, el filme se rueda en Santes Creus (Tarragona)

El francés Vincent Cassel es el monje Ambrosio en «El monje», película que se rueda desde el pasado 19 de abril en el monasterio de Santes Creus (Tarragona) a partir de la famosa novela gótica de Matthew Lewis, con dirección de Dominik Moll, responsable de títulos como «Harry, un amigo que os quiere», en el que trabajó por primera vez con Sergi López, que aquí encarna al diablo.

La película es una coproducción franco española que narra el ascenso y caída del monje capuchino Ambrosio, quien, tras ser abandonado de recién nacido a las puertas de un monasterio, es educado por los monjes. Pronto se convierte en un hombre muy admirado por su elocuencia y sus aptitudes como predicador, pero también en objeto de muchas envidias. El ingreso en el convento de un misterioso novicio -una bella joven, en realidad, que se esconde tras una máscara de cera y que ha sido enviada por el diablo (Sergi López) para corromper a Ambrosio- cambiará el rumbo de su vida. De maestro venerado y virtuoso pasará a ser considerado un hereje criminal, acusado por el Tribunal de la Inquisición de pactar con el diablo.
Además de Vincent Cassel y Sergi López, Géraldine Chaplin, Rosa Renom, Jordi Dauder, Pep Tossar, Déborah François y Javivi Gil completan el elenco. El filme se empezó a rodar el pasado 19 de abril en el monasterio de Santes Creus (Tarragona). En las próximas semanas el equipo de filmación se trasladará a Girona, Tudela y al sur de Francia; el rodaje se prolongará durante 12 semanas.
La película, es el cuarto largometraje del director franco-alemán Dominik Moll tras «Intimité” (1994), «Harry, un amigo que os quiere” (que compitió en Cannes en 2000 y ganó cuatro premios César en 2001, incluyendo el de mejor director y mejor actor) y «Lemming”, que inauguró la competición del Festival de Cannes en 2005.
En la década de 1960, Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière intentaron llevar al cine la historia de Lewis, y en 1990, Francisco Lara Polop dirigió una adaptación. Pero para Dominik Moll, la suya será la mejor: «En la adaptación inglesa de los noventa, quitaron toda la parte onírica y surrealista de la novela. Y, aunque me guste Buñuel, creo que su guión era terrible: lo debieron escribir en un fin de semana y bebiendo mucho vino», ha dicho entre bromas, Moll.