Este 18 de agosto Vicky luengo estrena en el Teatro Palacio Valdes de Avilés «Prima Facie», estreno absoluto a nivel nacional que, después llegará a los Teatros del Canal de Madrid: Una joven y brillante abogada, acostumbrada a ganar todos los juicios, se ve obligada, tras una traumática experiencia, a replantearse los métodos de justicia tradicionales a los que se enfrentan las mujeres víctimas de violencia.
Se trata de un texto de Suzie Miller con adaptación y dirección de Juan Carlos Fisher. Vicky Luego es la única intérprete sobre el escenario. La obra de la dramaturga australiana-británica, cuyas representaciones durante la primavera del año 2022 en el teatro Harold Pinter de Londres resultaron en un gran y multipremiado acontecimiento teatral en el Reino Unido, nos lo recuerda: cuando un sistema judicial no es concebido para admitir sino para poner en duda la palabra de la denunciante, eso mantiene a las mujeres bajo el yugo del miedo y de la dominación.
La fuerza de la obra «Prima Facie» se manifiesta en la medida en que propone, en forma de monólogo, una confrontación directa entre ambas caras del sistema judicial británico. Por un lado, la joven y brillante abogada penalista Tessa Ensler se regocija en sus victorias cuando, al defender a unos hombres acusados de violaciones consigue crear confusión en el relato de una denunciante y la hace dudar, invirtiendo así en la sala del tribunal las posiciones del acusado y de la víctima. Logra una absolución tras otra con la convicción de que la ley se cumple correctamente y llena de orgullo por su profesionalidad, sin dudar en absoluto acerca de la legitimidad de las reglas del juego judicial. Por otro lado, Tessa Ensler es violada por un penalista de su despacho de abogados. Ve cómo se cierran sobre ella sin contención las fauces de un sistema judicial del que conoce todos los engranajes. Su relato es el de una violación, sin ninguna duda para el espectador. No obstante el sistema se esmera en aniquilarlo acumulando los «peros»: «pero» usted parecía desear una relación sexual con él; «pero» ustedes bebieron mucho alcohol juntos; «pero» ¿no fue voluntariamente que se encontraron en la misma habitación esa noche?; «pero» ¿piensa usted que él percibió su ausencia de consentimiento?; «pero» ¿por qué no pidió ayuda?; «pero» ¿está realmente segura de lo que ocurrió?
«Prima Facie» cuestiona los fundamentos del sistema judicial británico, respecto al cual la dramaturga Suzie Miller, siendo ella misma ex abogada penalista, habla de una tasa de condenas por agresiones sexuales “tristemente baja”. ¿Qué lugar concede realmente este sistema a la escucha y a la recepción de la palabra de la denunciante? ¿Le otorga verdaderamente el mismo valor a esa palabra que a la del acusado? ¿Debe considerarse mentira cualquier inexactitud? ¿No prima de manera excesiva la interpretación de los hechos sobre los propios hechos? ¿Debe probarse la voluntad de violar o la ausencia de consentimiento? ¿De qué manera se puede probar un estado de shock y, en consecuencia, de qué manera se prueba cómo afecta a su consentimiento? ¿Por qué se utiliza sistemáticamente en su contra el hecho de que la víctima conozca a su agresor? ¿Por qué se utiliza en contra de la denunciante un estado de embriaguez mientras que un avanzado estado de ebriedad pocas veces permite que se exprese un consentimiento libre? ¿No debería un sistema judicial proteger tanto a las víctimas como a los acusados?
La trama narrativa de la obra despierta esas preguntas en los espectadores. De hecho, no pueden dejarles indiferentes las consecuencias concretas que tienen en la vida de una denunciante aquellas normas y conductas que la acusan estructuralmente. A través de «Prima Facie», Suzie Miller pone de relieve las dificultades provocadas por un sistema judicial británico concebido y construido desde un prisma masculino. La forma en que se define la verdad jurídica, construida por hombres, no consigue escuchar las voces de las mujeres. Incluso nos dice: “no las creemos”. La dramaturga revela una construcción social y apela a la sociedad que la cuestione y transforme a fondo. Denuncia la privación de libertad de hecho que sufre una mujer cuando no puede ser reconocida como víctima de una violación o de una agresión sexual si ha consumido alcohol, si su vestimenta suscita la desaprobación de algunos o si su agresor no es desconocido por ella. Al contrario, exige el derecho a irse de fiesta y volver a casa sin tener miedo. En otras palabras: el derecho de las mujeres a vivir libremente. Por último, expone la dificultad de la justicia para admitir casos de denuncias en los que el recuerdo traumático de la agresión siempre incluye elementos de confusión. Aboga por una evolución de la justicia con el fin de que admita mejor las denuncias por violaciones y agresiones sexuales incluyendo la realidad del trauma. Parece cuanto más urgente que el Reino Unido examine las debilidades de su sistema en un contexto en el que se vuelve a poner de manifiesto los fallos de su sistema policial. En enero de 2023 se reveló un caso de violencias físicas y sexuales contra mujeres a una escala sin precedentes -el del oficial de la Policía Metropolitana de Londres David Carrick- detenido a finales de 2021, procesado por 49 cargos, 24 de ellos por violación. Este agente causó estragos durante diecisiete años a pesar de nueve informes internos por intento de violación, acoso y violencias conyugales en ese periodo.
El impacto de «Prima Facie», que tras Londres fue presentado en Broadway en la primavera de 2023, se ha extendido mucho más allá de las paredes del teatro del West End. La obra se ha estrenado en el Reino Unido (donde encabezó la taquilla durante todo el verano, por delante de las superproducciones de Marvel) pero también en Estados Unidos y en muchos países europeos. Además el National Theatre la ha difundido vía streaming.
De hecho, varios países han modificado recientemente su marco legal para mejorar la repuesta a las denuncias por violación y agresión sexual. También han intentado ofrecer mayor protección a las mujeres y que se atienda mejor su palabra. Suecia ha sido pionera en este ámbito aunque haya seguido a Canadá con cierto retraso (Canadá adoptó en 1992 una ley que define la noción de consentimiento cuando se invoca en juicios por violencias sexuales). La ley sueca sobre el consentimiento entró en vigor el 1 de julio de 2018 y considera como violación cualquier acto sexual sin acuerdo explícito. Permite que la víctima de violación ya no tenga que demostrar amenazas o violencias.
Entre nosotros, el caso de La Manada -que causó indignación en España en 2018- ocasionó un cambio en la legislación del país. España siguió el ejemplo sueco al aprobar su Ley de garantía integral de la libertad sexual, más conocida como la “Ley del solo sí es sí”. Entró en vigor el 7 de octubre de 2022 y se considera una de las leyes más vanguardistas de Europa. Al calificar comoviolación cualquier relación sexual no consentida, esta nueva legislación libera a las víctimas de la prueba en un acto de violencia o intimidación. Establece el principio del consentimiento libre, voluntario y claro: «solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona». Sin embargo, el imperfecto diseño de la ley española provocó efectos indeseados posteriormente coreegidos.
Tras su estreno en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, «Prima Facie» llegará a los Teatros del Canal de Madrid el 31 de agosto, inaugurando la nueva temporada, hasta el 17 de septiembre, prosiguiendo con posterioridad una gira por España.