La actriz madrileña donará los 6.000 euros del premios a la Fundación Bonaventura Clotet

na actriz joven, bella, fresca y trabajadora. Así es para L’Oréal Profesionnel Verónica Echegui, la ganadora del premio Belleza Comprometida que se ha entregado este viernes 21 de mrzo en la kornada e apertura del 17 Festival de Málaga. Cine Español. Su belleza natural, sencilla pero poco habitual, es una de las cualidades de Echegui por las que la firma cosmética la ha considerado merecedora de este galardón.

El premio Belleza Comprometida, que se entrega por cuarto año consecutivo, está dotado con 6.000 euros que la actriz ha decidido donar a la Fundación Bonaventura Clotet, que trabaja en la investigación contra el sida.
Verónica Echegui, que ha dedicado el premio a su tía Gloria, fallecida a causa del sida, alcanzó la fama de la mano de Bigas Luna, interpretando a la Juani y ya tiene más de veinte títulos a sus espaldas. Entre sus últimos proyectos está integrar el reparto de la serie de televisión «Cuéntame cómo pasó».
«Cuando era adolescente, un día mi tía me dijo que las mujeres somos regalos de la tierra y que tenía que buscar mi propia belleza”, ha recordado la actriz, que se ha mostrado muy feliz de recibir este galardón ahora que se siente bella y bien como mujer.
En su trayectoria profesional Echegui ha cosechado éxitos entre los que se incluyen tres nominaciones a los Goya, varios galardones en el Festival de Málaga, varios reconocimientos de la Unión de Actores y un premio Gaudí a la mejor actriz por «Katmandú. Un espejo en el cielo», de Icíar Bollaín.
Su imagen y su carrera encajan con los valores que busca L’Oréal Professionnel a la hora de entregar este galardón. La clave del premio es el compromiso solidario, de manera que cada año, la ganadora elige una ONG a la que se entrega una donación de 6.000 euros.
L’Oréal Professionnel lleva doce años contribuyendo a la erradicación del VIH en el mundo a través del proyecto «Peluqueros contra el sida». Este programa, que nació en Sudáfrica, dedica sus recursos a formar a los peluqueros para que ellos a su vez sensibilicen a sus clientes sobre el VIH. Algo que sólo es posible gracias a la relación de confianza que se establece en los salones de peluquería. Porque en la lucha contra el sida, la información es la mejor vacuna.