Si algo va a marcar la presente edición del Festival de Cine de San Sebastián, son las miradas que diferentes películas de muy distintos paises efectúan sobre la nueva generación emergente, chicos adolescentes y preadolescentes que nada tienen que ver con el mundo de sus padres. Este domigo se ha presentado en la sección oficial en competición, la primera de ellas, la argentina «Camila saldrá esta noche», dirigida por Inés Barrionuevo, que efectúa una mirada a los adolescentes de hoy en Buenos Aires, con una forma de relacionarse que nada tiene que ver con las de sus mayores.

Camila se ve obligada a mudarse a Buenos Aires cuando su abuela enferma gravemente. Deja atrás a sus amigos y una escuela secundaria pública liberal por una institución privada tradicional. El temperamento feroz pero prematuro de Camila se pone a prueba. Está protagonizada por Nina Dziembrowski, Maite Valero, Diego Sánchez, Adriana Ferrer y Guillermo Pfening.

La directora Inés Barrionuevo (Córdoa, Argentina, 1980) dirige aquí su cuarto largometraje, tras «Atlántida» (2014), «Julia y el zorro» (2018) y «Las motitos» (2020), codirigido por Gabriela Vidal. Aquí se muestra muy cómplice con unos jóvenes en su búsqueda de un nuevo modo de relacionarse. La película es sobre todo una historia muy honesta, mostrada desde la perspectiva de estos jóvenes en oposición a los mayores, en este caso profesores y familia.

En la sección Nuevos Directores, una muy interesante ópera prima del debutante Javier Marco, «Josefina». La relación envuelta en un halo de tristeza, entre un funcionario de prisiones y la madre de un recluso encarcelado por tráfico de drogas: Juan, funcionario de prisiones, observa en silencio cada domingo a través de las cámaras de seguridad de los locutorios, la visita de Berta, la madre de uno de los presos. El día que por fin logra acercarse a ella, se sorprende a sí mismo haciéndose pasar por otro padre e inventándose a una hija dentro de la cárcel: Josefina. La necesidad de llenar el vacío en el que viven Juan y Berta que malvive como costurera. les lleva a seguir encontrándose más allá de la realidad que les rodea.

«Josefina» es una película que refleja muy bien la tristeza y margura del día a día de dos seres solitarios, interpretados con mucha solvencia por Emma Suárez y Roberto Álamo. Ese aire de tristeza -ninguno de los actores esboza en ningún momento aunque solo sea una leve sonsira- es lo mejor de este filme amergo y muy interesante, que parte de un guiín de Belén Sánchez-Arévalo y que convierne a Javier Marco como un director tener en cuenta y a seguir sus pasos en futuras películas.