El actor fallecido deja su voz en «Alpha and Omega» y tiene pendiente el estreno de «Palermo shooting» en el que interpreta a La muerte

Es lo que ocurrirá el próximo miércoles en la exótica Filmoteca de los Angeles (¡un templo egipcio!) cuando se exhiban dos películas en recuerdo de James Dean, «Al Este del edén» y «Rebelde sin causa». Esta última fue la primera de un joven actor llamado Dennis Hopper, de tan sólo 18 años. Varios más tarde, coincidieron de nuevo en «Gigante». El film se estrenó con Dean muerto a bordo de su bello coche deportivo plateado.

Pero la productora Lionsgate guarda un film que se estrenará en Estados Unidos y probablemente en Europa en septiembre, en la que se atesora la voz del genio de 74 años que se fue para siempre el sábado. La nota triste es que no le podremos ver, pero sí escuchar su voz. Se trata de «Alpha and Omega», un film de animación en 3 D de los que abundan ahora, con animalitos (en este caso, lobos) de esos enternecedores que sueltan frases irónicas, un poco al estilo de «Bolt» y «Madagascar».

En la película que es su testamento, asistimos a las peripecias de una pequeña y atrevida lobezna (Hayden Panettiere) y uno tímido y del sexo opuesto (Justin Long), que pese a sus diferencias se unen cuando son trasladados a Idaho en un programa para repopular la especie. Hopper seré un lobo llamado Tony y se rumorea que la película estará dedicada a él. Lionsgate no lo ha confirmado.

Pero, hay un film inédito, «Palermo Shooting», que fue pateado en el festival de Cannes hace exactamente dos años. Está dirigido por su viejo amigo Wim Wenders, quien ya en 1977 le convirtiera en «El amigo americano». Hopper fue Tom Ripley quien convencía a un tímido marchante de arte, Jonathan Zimmermann (Bruno Ganz), de que le podría convertir en un excelente mercenario.

En «Palermo Shooting», irónicamente, era La Muerte. Bordaba el rol con fina ironía, fuerte presencia y un maquillaje blanco kabuki. Esa Muerte, con perilla blanca, se hacía llamar Frank y le seguía a un músico posturitas imposible, Finn (el músico alemán Campino) por todo Palermo. Tuve la fortuna de hablar con Hopper en Cannes por la película. Presentaba un aspecto fantástico, traje de lino blanco, sombrero Panamá, su constante cámara y un cigarro puro habano. Hablamos de todos los avatares de su increíble vida.

Aquel año en Cannes, estuvo en el documental que presentó Abel Ferrara sobre uno de los edificios de la bohemia neoyorquina, el Chelsea Hotel. En «Chelsea on the Rocks» (2008) aparecían diversos fantasmas de artistas muertos en varias circunstancias. Entre ellos Nancy Spungen, asesinada por su amante Sid Vicious. Allí vivieron Janis Joplin, Robert Crumb, Milos Forman, William S. Burroughs, Quentin Crisp, Jerry Garcia, Andy Warhol, Grace Jones y Dennis Hopper. Al final de nuestra conversación, me ofreció: «¿El mejor villano de mi carrera? ¡Yo!»