EN SU LIBRO DE MEMORIAS, LA ACTRIZ BRITÁNICA RECUERDA SU ENTUSIASMO POR INTÉRPRETE ESPAÑOL, CON EL QUE COMPARTIÓ EL RODAJE DE «LOVE RANCH»

Hace un par de años, dame Helen Mirren, una actriz que lleva cuarenta años en primera línea de teatro, cine y televisión, publicó un delicioso libro de memorias, sobre todo fotográficas -valiosísimas- titulado «In The Frame. My Life in Words and Pictures». Publicado en el Reino Unido por Phoenix y a la venta a 13 libras, hoy en día se puede adquirir por 3 y constituye una gran inversión.

En su estilo franco, directo, sin tapujos y sin embargo, exquisito, Mirren -nacida Yliena Vasylievna, tataranieta de la condesa Lydia Kaminsky- desgrana fuertes recuerdos, no exentos de una auténtica emoción.

Las fotografías que muestran el esplendor familiar en su dacha de Kuryanovo, entre Smolensk y Moscú- y la fuerte estirpe de militares del círculo íntimo del último zar Romanoff- constituyen el plato fuerte. Así también la literatura «mirreniana», que recoge detalles íntimos -de los que no gusta de hablar en entrevistas- y profesionales. De entre ellos, el rodaje de «Love Ranch» (aún inédita en nuestra pantallas), en la que fue dirigida en 2.008 por su marido, Taylor Hackford («Oficial y caballero»). De entre el numeroso reparto, y en el puesto 17, figura nuestro Sergio Peris-Mencheta. Pese a ello, el actor madrileño causó una gran impresión en «La reina».

Mirren recuerda que tuvo que simultanear el rodaje a la vez que el de «La sombra del poder» y padecía una fuerte gripe. Iba de set a set en aviones privados entre Los Angeles y Nuevo México. Recuerda: «estaba exhausta y tan sólo la presencia de Joe Pesci y Sergio Peris-Mencheta hicieron aquella experiencia posible». La película recrea hechos reales en un burdel localizado en el rancho Mustang. Hasta él llega un joven boxeador, Armando Bruza. Sigue Mirren: «Fue el casting más difícil, el del boxeador que llega al burdel en tren. Gracias a los contactos del guionista Mark Jacobson en los ambientes boxísticos europeos, nos llegó su nombre. Fue un día feliz.»

«LLegó a Los Angeles y leyó su papel ante la cámara. Yo no necesité ver la cinta, supe que era Armando. Lo ví en sus ojos. Es un maravilloso actor, y también capaz de un trabajo durísimo, alterando su físico para el papel, aprendiendo inglés velozmente y entrenándose como boxeador. No sé cuándo se estrenará pero siento que ha sido una de las películas más importantes de mi carrera».

Justo después de finalizar «Love Ranch», la infatigable Mirren se incorporó en Alemania al rodaje de «La última estación», en la que es la impetuosa Sofya Tolstaya, esposa del gran León Tolstoy, en las postrimerías de su existencia. Para la británico-rusa Mirren, neé Vasylievna, el film tuvo enormes resonancias personales. Dirigida por Michael Hoffman, con el formidable Christopher Plummer y el emergente James McAvoy, se estrenará en nuestras pantallas el próximo mes de junio.