El drama de un matrimonio que se enfrenta a la peor noche de su vida al irrumpir cuatro atracadores en su casa, con Michael Ironside, Maria Grazia Cucinotta y Carlos Bardem

Este pasado 19 de noviembre ha finalizado en Barcelona el rodaje de «Transgression». La película, dirigida por Enric Alberich e interpretada por Michael Ironside, Maria Grazia Cucinotta, Fabio Fulco, Carlos Bardem y Yon González es un thriller asfixiante sobre el atraco a una pareja en su propia casa, en cuyo transcurso la tensión y el miedo se apoderará de todos, víctimas y verdugos, y la desconfianza, la traición y las mentiras inesperadas saldrán a la luz en los peores momentos.

El rodaje ha transcurrido íntegramente en el interior y en los alrededores inmediatos de una casa de original arquitectura situada en una zona residencial barcelonesa. La presencia de grandes ventanales llenos de luz y transparencia que dan al exterior ha favorecido la riqueza visual y la fotogenia de la película -muy bien explotada por el director de fotografía, Xavier Gil-, ha convertido la casa en un personaje más y ha dado lugar a establecer un interesante juego metafórico –la transparencia de la casa como contrapunto de la opacidad de todos los personajes.
Para el director Enric Alberich, «Transgression» ha sido «una experiencia enriquecedora en la que ha tenido la oportunidad de trabajar con actores y técnicos procedentes de varios países y con backgrounds artísticos muy diversos, y sobre todo para reafirmarse en una convicción: la verdadera patria de los que se dedican a esto no son los países, sino el cine”. No es de extrañar que el director tuviera que comunicarse hasta en cinco idiomas diferentes como castellano, catalán, italiano, inglés y francés.

«Transgression» es el resultado de un total de siete semanas de intenso trabajo, con sesiones maratonianas de 12 horas, de las cuales muchas fueron de noche. De hecho, las horas de rodaje nocturno superaron a las diurnas, con el desgaste que eso supone para técnicos y actores, que convivieron en esa peculiar casa impregnándose poco a poco del ambiente claustrofóbico del film. Actores del calibre de Michael Ironside y Maria Grazia Cucinotta se implicaron de forma incondicional en el proyecto, soportando con estoicismo, paciencia y entusiasmo las intempestivas horas de filmación y largas horas rodando en el suelo frío de un garaje, amordazados y con escasa ropa.
El último día de rodaje fue profundamente emotivo, después de tantas horas y experiencias compartidas, el equipo sentía que formaba un todo, como una gran familia unida con un sólo objetivo: hacer posible la gran aventura que supone hacer cine.