La poco conocida historia del romance de Nelly Ternan con Charles Dickens a partir de la biografía escrita por Claire Tomalin

Tras su revisión contemporánea del «Coriolanus» de William Shakespeare, el veterano actor convertido ahora en director Ralph Fiennes camina por un sendero totalmente diferente en su segunda película tras las cámaras. Basada en la biografía homónima de Claire Tomalin, «The Invisible Woman» es la exploración de Fiennes del drama de época y su estilo narrativo. La película acaba de ser presentada en un festival griego y ahora inicia su andadura por las pantallas.

Protagonizada por el propio Fiennes junto a Michelle Fairley, Felicity Jones, Kristin Scott Thomas, Tom Hollander, Tom Burke y Perdita Weeks, la película sigue a Nelly Ternan (Felicity Jones), mientras lucha por mantener en secreto la naturaleza de su relación con el gran autor británico Charles Dickens. Tras pasarse años durante su juventud estableciéndose como actriz, la conocemos como una mujer casada, directora de obras de teatro infantiles y a la vez tenaz predicadora de la herencia literaria de Dickens. Sin embargo, tras su aspecto firme y su continuo movimiento, se oculta la historia de un amor escondido y prohibido, que aún mantiene su hechizo en ella.
Saltando desde 1885 a unas décadas atrás, Fiennes desovilla la historia del encuentro de Nelly y Charles Dickens (Ralph Fiennes), de cómo se prendó de ella, arrancándola de los acogedores brazos de su madre, y de su cuento de amor y secretos, que teje el arco dramático central de las películas. Aunque los sentimientos están más sugeridos que expresados, el lazo que se establece entre los dos personajes llena por completo la pantalla, estén sus personajes o no en ella.
Cubierto por tonos sepia y sostenido sobre susurradas corrientes emocionales, el trabajo de Fiennes da la sensación de ser el trabajo de tesis de un estudiante de cine, con su trabajo en la composición y la puesta en escena relevando a la energía que exhibió en «Coriolanus», su ópera prima tras la cámara. Sin embargo, sus méritos como director se presentan más medidos y asegurados, con un resultado salpicado por imágenes de la incuestionable belleza film.
Aunque su trabajo como director pueda ser de un tono más bajo, su interpretación de Dickens como un genio arrastrado por el amor es increíblemente humana y expresiva, y mientras cede caballerosamente el protagonismo a la medida actuación de Felicity Jones, las apariciones robaescenas de Joanna Scanlan retratan a la perfección de la crueldad de la época victoriana sobre las mujeres y su naturaleza limitada a la reclusión en el hogar.