Paolo Branco se incorpora a la producción del filme que se rodará en septiembre entre Portugal y España

El regreso de Terry Gilliam a su fustrado proyecto de «El hombre que mató a Don Quijote» cobra nuevo impulso. El prestigioso productor portugués Paulo Branco se hace cargo de la producción del filme, presupuestado en 15 millones de euros y actualmente en fase de preproducción.

La película será una coproducción entre las dos compañías de Branco —la lisboeta Leopardo Filmes y la parisina Alfama Films— y Tornasol, de Gerardo Herrero, con sede en Madrid. La fotografía principal comenzará en septiembre en Portugal y España, a partir de un guión coescrito por el propio Gilliam y Tony Grisoni.

Como es sabido, para Gilliam, este no es un proyecto nuevo. El ex-Monty Python convertido en director ya intentó adaptar «El Quijote» hace 16 años, aventura que terminó en desastre y que originó el documental de 2002 «Lost in La Mancha». Gilliam no pudo luchar contra unos enormes gigantes-molinos: El filme se suspendió después de tan sólo seis días de filmación, debido a una interminable cadena de desgracias. Los aviones militares que constantemente sobrevolaban el rodaje, las lluvias torrenciales que asolaron el set y la doble hernia que sufrió Jean Rochefort (Don Quijote), que le impedía montar a caballo, dieron al traste con la película. La lucha de Gilliam por sacar adelante la cinta quedó retratada «Lost in La Mancha”.