La montadora ha recibido en una gala en el Teatro Cervantes el Premio Ricardo Franco
La montadora Teresa Font ha recibido en la nocha de este miércoles 28 de abril, el Premio Ricardo Franco del Festival de Cine Español de Málaga, que se otorga en colaboración con la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
El premio, que reconoce la contribución de los perfiles técnicos en el cine, premia así la trayectoria de una de las maestras del montaje en España, una labor «silenciosa” que la ha convertido en figura clave en la filmografía de grandes de la dirección como Vicente Aranda, Álex de la Iglesia o Imanol Uribe, que precisamente estuvo encargado de presentar la gala. El director contó con el trabajo de la montadora en «Días Contados», trabajo que supuso el único premio Goya ganado por Font. Su colaboración se extendió a películas como «La Carta Esférica» o «El Viaje de Carol».
La gala contó además con la participación de otras figuras importantes en la carrera de Font. Estuvieron presentes los directores Alvaro Brechner («Mal día para pescar»); Helena Taberna, que ha contado con ella en su último trabajo, «Acantilado», presentado en esta edición del Festival de Málaga; Vicente Villanueva («Lo contrario al amor»), Belén Macías («Juegos de Familia») y Chus Gutiérrez («Poniente») y los productores Esther García y Francisco Ramos, que fue el encargado de entregarle el premio.
«Gracias al mundo del cine. Por vosotros sigo ahí, intentando mejorar”, destacó una emocionada Teresa Font tras recoger su galardón, un premio «a su oficio querido”. «Amo la soledad de la sala de montaje, el diálogo silencioso con el material”, explicó Font, que aprovechó su discurso para reivindicar el oficio del montador y la figura de la mujer en este mundo. Además, este reconocimiento ha sido «muy especial” para ella ya que tuvo la oportunidad de trabajar con Ricardo Franco en «Berlín Blues» y fue precisamente esa relación la que le abrió la puerta a colaborar con Imanol Uribe. «Ricardo estaría muy feliz de que lo tengas”, señaló Ramos en el momento de hacerle entrega del galardón. Antes, Uribe había recordado también esa relación especial con el director. «Él siempre decía de Teresa tres cosas: que era muy trabajadora, muy cinéfila y que sabía mucho de lenguaje cinematográfico. Y es verdad”, recordó el director, que destacó también que Font es siempre una «incondicional” de los directores con los que trabaja.
En el encuentro anterior con la prensa, en el que estuvo acompañada por el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, Font repasó los entresijos de su labor como montadora. «No es algo que se pueda enseñar, es algo difícil. Hay una parte de intuición muy importante”, destacó Font que explicó que las razones para hacer un cambio de plano «tienen que ser emocionales”.
«Yo era una chica de pueblo, esta profesión no era mi destino”, recordó Font, que se encontró con que las únicas puertas abiertas para las mujeres en el mundo del cine en su juventud era ser script o montadora. «Cuando vi el caos que había en los rodajes, me decidí por ser montadora. Prefería la relación directa con el material”, explicó.
«Solo somos intermediarios entre el material y lo que quiere el director. No montamos nuestra película. No podemos tener un estilo propio”, explicó la montadora, que consideró que en muchas ocasiones es el propio material del director el que indica cómo montar la película. La montadora reconoció que en algunas ocasiones acaba su trabajo con la «sensación de que le estás quitando su trabajo al director”.
Font también se refirió a la irrupción de las nuevas tecnologías y cómo han facilitado la tarea de montaje, algo que no siempre es positivo. «Analizas menos el material porque encuentras más fácilmente lo que necesitas, pero sin ver todo el material no encuentras lo inesperado”, señaló Font que consideró que hay algo «muy obsesivo” en su trabajo para encontrar ese material inesperado que encaja con la película.