La nueva titular del ICAA es profesora de Derecho Administrativo, especializada en derecho de la cultura, Y sUSTITUYE en el cargo A cARLOS cUADROS

Susana de la Sierra Morón ha sido nombrada por el ministro de Educación, Deporte y Cultura José Ignacio Wert como la nueva directora general de cinematografía. Sustituye en el cargo a Carlos Cuadros. La nueva titular del ICAA es licenciada en Derecho por la Universidad de Cantabria, e hija del diputado cántabro del PRC, Rafael de la Sierra.

Nacida el 5 de marzo de 1975 en Santander, es Licenciada en Derecho por la Universidad de Cantabria, Máster en Derecho Alemán y Comparado por la Universidad de Bayreuth (Alemania) y Doctora en Ciencias Jurídicas por el Instituto Universitario Europeo de Florencia.
Profesora Titular de Derecho Administrativo y Directora del Centro de Estudios Europeos en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Especialista en Derecho de la Cultura, en particular del cine y su fiscalidad, ha sido profesora invitada en las universidades de Oxford y Columbia, donde completó su investigación sobre la regulación de la cinematografía en el Derecho comparado. Habla con fluidez alemán, francés, inglés e italiano, y ha realizado estudios avanzados de ruso.

La nueva directora general del ICAA es la segunda mujer que ocupa este cargo, tras Pilar Miró. De la Sierra se encontrará con un sector que está sufriendo los avatares de la crisis y de una piratería galopante. Además, tendrá a su cargo un presupuesto para el cine español que ha ido mermando en los últimos años. En las últimas cuentas, el dinero del ICAA se redujo un 11% y todo hace indicar que los Presupuestos que perfila el nuevo Gobierno recortará aún más los cerca de cien millones que recibe el cine español.
Los principales problemas con los que se tendrá que enfrentar son la reducción de las ayudas a la cinematografía, la piratería, que ha convertido a España en el segundo país del mundo en el que más se piratea las películas, y las desgravaciones por la producción de películas. También tiene sobre la mesa el problema con las televisiones y su apoyo al cine español (todas las televisiones europeas apoyan a sus respectivas cinematografías), y en general un cambio en el modelo de negocio de la industria audiovisual española.