«RUBIANES SOMOS TODOS», EL 8 DE JUNIO EN EL PALAU SANT JORDI DE BARCELONA

Se prepara para el próximo 8 de junio en el Palau Sant Jordi de Barcelona un homenaje al actor Pepe Rubianes que incluirá el espectáculo «Rubianes somos todos”. El homenaje estará englobado dentro de la gala anual que celebra la Fundación Pare Manel de la que Rubianes fue creador y principal impulsor, participando desde sus inicios de manera desinteresada y que este año llega a su 13 edición.

«Rubianes somos todos” es un recorrido por la trayectoria profesional del genial actor en formato audiovisual con imágenes inéditas y la participación de Andreu Buenafuente, Cristina Dilla, Faemino y Cansado, Carles Flavià, Manel Fuentes, Gran Wyoming, Xavier Grasset, Carlos Latre, Loles León, Lucrecia, Albert Om, Polònia, Xavier Sardà, Joan Manel Serrat, Tequila, Tricicle y las bailarinas etíopes de su último espectáculo, entre otros…
Pepe Rubianes falleció el pasado 1 de marzo en Barcelona a consecuencia de un cáncer de pulmón. Nacido en Villagarcía de Arosa (Pontevedra) en 1947, se afincó en Cataluña desde la infancia, comunidad en la que ha desarrollado toda su carrera profesional. Desde muy joven mostró interés por el mundo del teatro.
En 1977 debutó en la obra musical «No hablaré en clase» de la compañía catalana Dagoll Dagom, con los que también trabajó en «Antaviana». Rubianes también había colaborado con la compañía Els Joglars en el montaje de «Operación Ubú».
Abanderado del llamado «humor inteligente», en la década de los 80 decidió emprender su carrera en solitario, siendo su primer espectáculo «Pay-pay». A éste, le siguieron otras obras como «Ño», «Sin palabras» y «En resumidas cuentas». Ya en los 90, alcanzó una gran popularidad con la serie de televisión «Makinavaja», basada en el famoso cómic de Ivá y su espectáculo más popular, «Rubianes solamente».
En 2006 estrenó la obra «Lorca eran todos», una obra que estuvo rodeada de polémica en su representación en el Teatro Español de Madrid tras unas declaraciones, provocando la censura de la obra por parte de las autoridades madrileñas, que finalmente se pudo representar en el auditorio del sindicato CC.OO en Madrid. Sufrió diferentes denuncias por parte de algunos de los sectores más integristas e intrasigentes de la sociedad, que aún estaban pendientes de juicio. Su última obra fue «La sonrisa etíope», en la que mostraba su pasión por África.