Mariana Cordero, Dudu Azevedo, Keona Cross y Malena Sánchez protagonizam una película que cuenta con seis directores diferentes

Coincidiendo con el chupinazo que ha inaugurado en Pamplona las Fiestas de San Fermín, se ha iniciado en la capital navarra el rodaje de la película «Blue lips», codirigida por seis cineastas de diferentes nacionalidades, con filmación también en otras ciudades del mundo como Buenos aires, Honolulu, Roma, Río de Janeiro y Los Ángeles. La producción de la cinta está al cargo de la navarra Cronopia Films.

La película sigue a seis personajes que viven en diferentes partes del mundo: Kalani (Honolulu), Malena (Buenos Aires), Carvalho (Río de Janeiro), Oliver (Los Ángeles), Vittorio (Roma) y Sagrario (Pamplona) sufren acontecimientos en sus vidas que los matan por dentro. Incapaces de asumir esas muertes interiores, están perdidos y sin rumbo. Por distintas razones, cada uno de ellos viajará a Pamplona y se encontrará inmerso en la marea roja de los San Fermines. La relación con los otros los hará enfrentarse a ellos mismos y superar los conflictos que los están matando en vida.
El reparto es formado por Mariana Cordero, Dudu Azevedo, Keona Cross, Malena Sánchez, Avi Rothman y Simone Càstano. Los directores de cada uno de los segmentos son Daniela de Carlo para el de Los Angeles, Julieta Lima para el de Buenos Aires, Gustavo Lipzstein para el de Río de Janeiro, Antonello Novellino para el de Roma, Nobuo Shima para el de Honololu y Nacho Ruipérez en el de Pamplona.
Los guionistas de la cinta, Amaya Muruzabal y Daniel Mediavilla, explican que «cada uno por sus motivos, los protagonistas acaban en Pamplona durante los Sanfermines, una especie de limbo en el que durante unos días importan poco los dones recibidos o perdidos y se vive, sin más. En ese espacio mítico, en el que se mezcla la euforia y la exaltación de existir con el abandono y la degradación, tendrán la oportunidad de separarse de sus prejuicios sobre la manera en que pueden ser felices y podrán decidir si prefieren permanecer muertos o aprenden a vivir aceptando lo que la vida les ofrezca en cada momento».
Y añaden: «Los personajes se pelean con la realidad, la niegan o la desconocen y ella, como los dioses griegos con los humanos que no aceptaban su condición, es despiadada con ellos. La vida da y la vida quita y no da explicaciones de por qué hace cada cosa. Malena, Sagrario, Kalani, Sonny, Vittorio y Carvalho recibieron dones preciosos que después desaparecieron. No se preguntaron por qué llegaron, pero reniegan de la vida por arrebatárselos y atascados en su frustración olvidan que aún no están muertos”.