La hija de la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin debuta como actriz en televisión mientras su madre la emprende contra la serie de animación «Family Guy»

Para muchos, es el asunto que ha hecho explotar la hipocresía de la familia Palin, cuyo miembro principal, la «mater familias» Sarah es la ex gobernadora del Estado de Alaska y candidata presidencial en las últimas elecciones norteamericanas junto a James Cain por el bando republicano. Durante la turbulenta campaña, Sarah Palin no sólo dió muestras de su bajo coeficiente mental y nula preparación, sino que un escándalo familiar le estalló en las narices: el embarazo de su hija adolescente a manos de un estudiante de electricidad, el estulto Levi Johnston.

La candidata que clamaba contra las relaciones sexuales prematrimoniales y advertía del peligro de los embarazos adolescentes, tuvo que disimular su malestar y apoyar a su hija. Nació el pequeño Tripp, echaron de casa a Johnston y éste se dedicó a contar las cuarenta en programas escandalosos televisivos y a posar patéticamente desnudo en «Playgirl». Mientras Palin dejaba el gobierno de Alaska para hacerse de oro mediante conferencias y la «escritura» de sus memorias, «Getting Rough», su hija hizo campaña en televisión contra los embarazos adolescentes como si con ella no fuera la cosa.

Ahora, ha anunciado su participación en un capítulo de la serie «The Secret Life of an American Teenager», un drama sobre una adolescente que queda embarazada contra su voluntad. Produce la cadena ABC y el capítulo se emitirá este verano. En él, Bristol Palin, de 19 años, se interpretará a sí misma como una amiga de Amy (Shailene Woodley), que acuden un seminario acerca de jóvenes embarazadas.

Bristol ha emitido el siguiente comunicado: «Estoy muy excitada de participar en el programa y formar parte de un ambicioso proyecto que se propone educar a adolescentes y adultos jóvenes de los peligros de abandonar la contención sexual y los embarazos tempranos». No obstante, es muy probable que su programa de abstinencia no sea muy apreciado. Bristol está enfangada en una batalla con Levi Johnston por una pensión alimenticia, mientras Sarah Palin ha iniciado su personal guerra contra la serie de animación «Family Guy» por sentirse aludida cuando en un capítulo reciente se ridiculizaba a un pequeño con síndrome de Down (el quinto hijo de la ex gobernadora). Es de esperar, finalmente, que Bristol termine el colegio y no se desvíe por las artes interpretativas, que demasiadas distracciones ha tenido.