Wes Anderson es conocido por sus películas corales con elencos estelares, pero con la que está a punto de iniciar en Chinchón, cerca de Madrid, va a batir todos sus récords. La última en apuntarse a la fiesta del «All Stars» es Scarlett Johansson, que tendrá la oportunidad de despejarse al otro lado del océano de la disputa legal contra Disney, el estudio que incumplió su contrato con ella.

La participación de la popular Viuda Negra en el secreto proyecto del autor de «The French Dispatch» o «El gran hotel Budapest» llega después del anuncio de otro astro de primera línea, Tom Hanks, para sumarse a un reparto difícil de conseguir para cualquier director: Adrien Brody, Bill Murray, Tilda Swinton, Margot Robbie, Jason Schwartzman, Bryan Cranston, Liev Schreiber, Jeffrey Wright y Rupert Friend. Lo mismo ese mago encantador de estrellas que es Anderson nos sorprende con alguna incorporación o cameo de última hora, en una película que según algunos medios ya estaría en marcha, aunque hace un par de meses Swinton habló de septiembre, y especificó que aunque se ruede en España no significa que la historia se desarrolle en este país.

En el pintoresco pueblo de Chinchón, a menos de 60 km de Madrid, en cuya plaza se han filmado ya antes varias cintas, se levantaron meses atrás varios decorados que según fuentes locales parecen propios de un western. Al parecer, originalmente Anderson, que lleva tiempo afincado en Europa, había pensado en Roma como escenario de su nuevo film, pero parece que su gran amiga Tilda Swinton creo un nexo entre Almodóvar y el estadounidense, y el manchego le sugirió echar un vistazo a España.

Aparte de estos datos, tampoco oficialmente confirmados por el interesado, se ignora casi todo de una cinta que aparece de momento como «Proyecto sin título de W. Anderson». El caso es que la capital española se va a llenar muy pronto de grandes figuras de la pantalla.

A Scarlett Johansson, la última en apuntarse, no le vendrá nada mal cambiar de aires, luego de desafiar al imperio Disney con una demanda judicial por no respetar los términos de su contrato, que relacionaban buena parte de sus ingresos por «Viuda Negra» a lo obtenido en taquilla por la película. Ese dinero finalmente no ha podido recaudarse al decidir el estudio no dar la exclusividad a los cines, y emitir también la película en su plataforma Disney+, lo que provocó un drástico y continuado descenso de las entradas vendidas. El contrato no decía evidentemente nada de que la actriz obtuviera un porcentaje del pago de los espectadores por internet, ya que se firmó antes de la pandemia.

Recientemente, la rubia estrella estadounidense se comprometía con el chileno Sebastián Lelio para protagonizar (y producir) «Bride», una película inspirada por «La novia de Frankenstein», y parece que podría trabajar también en la nueva adaptación de «Little Shop of Horrors», que prepara Greg Berlanti.