El actor británico suelta unas cuantas barbaridades en la promoción de su última función

Le gusta un escándalo más que a un niño un caramelo. Rupert Everett regresa a las tablas londinenses con «El beso de Judas», de Oscar Wilde, y estando de promoción ya está soltando sus barbaridades. Típico británico airado últimamente criticaba la adopción gay, el matrimonio gay y los homosexuales…siendo él mismo un notorio gay.

Ha sido entrevistado por el tabloide Daily Mail y ha soltado varias lindezas: Jesucristo inició el movimiento gay; se considera más un escritor que actor -prepara más memorias y una novela-; le disgustan los cambios socioeconómicos en el Reino Unido; el Gobierno está lleno de millonarios; busca oligarca para colocarse de amante, echa de menos a Thatcher, no es un pijo aunque sí un cortesano, no es miembro de la casta superior aunque acudió a un colegio privado; se va a ir de Londres por los precios; fue un joven prostituto, adora el sexo y está furioso con el catolicismo.
Le obligaban a confesarse por acostarse con chicos; a rezar a la Virgen; a beber alcohol puro y duro; los 70 fueron para los negros y los gays… no los 80…¡Y se acostó con Ian McKellen! tras acosarle: «fue muy divertido» y en cuanto al matrimonio gay: «¿por qué quieren las reinonas casarse en iglesias? La Iglesia Anglicana es la más patética de todas organizada por freaks momificados»; odia los matrimonios heterosexuales; no ha ido a una boda en su vida: el vestido blanco, la tiara nupcial; todo es grotesco…¿Y no se considera multimillonaris, si lo es?