El autor de «Gomorra» debuta en un escenario de Milán
El escritor italiano Roberto Saviano, amenazado de muerte por la mafia napolitana por su libro ‘Gomorra’, prueba ahora suerte con los monólogos teatrales en la puesta en escena, fusil en mano, de su última creación literaria, «La belleza y el infierno»
El propio Saviano aborda esta nueva aventura creativa para él en espectáculo, que ha presentado en el Pequeño Teatro Estudio de Milán. «Tenía ganas de dejar respirar las palabras. Tenía ganas de mirar a la cara a la gente, salir de la soledad, tener una relación directa con los lectores», explica el escritor, quien vive bajo escolta las veinticuatro horas del día ante la amenaza de la Camorra.
«Quiero que puedan mirarme y que yo les pueda mirar. No es un espectáculo. Es una narración intensa, que no está constreñida a seguir los ritmos televisivos», añade. Ése encuentro con sus lectores es la puesta en escena de su última obra, en la que Saviano cuenta sus impresiones sobre personajes y hechos de actualidad, así como su experiencia propia dentro de ese ostracismo al que le ha condenado su denuncia de las actividades de la peligrosa y sanguinaria mafia napolitana.
El escritor pretende que su monólogo, en el que saca al escenario un auténtico fusil Kalashnikov cuando aborda la historia de ese arma, sea la expresión de «la belleza como forma de resistencia, de la belleza que escapa al infierno». El Kalashnikov «es el objeto que más ha matado en la historia de la especie humana. Más que la bomba H, más que los carros armados, más que la carabina. Alguno dice que incluso más que las pestes. Y es el fusil más amado de los guerrilleros», incide.
«La invención del siglo hecha por el general ruso Michail Kalashnikov es el objeto más difundido que viene desde Rusia. (El diseñador francés) Philippe Starck lo ha transformado en una lámpara de 1.300 dólares», añade. Para su monólogo, Saviano ha dispuesto la fotografía de Kalashnikov junto a la del sueco Alfred Nobel, el padre de la dinamita, como creadores de inventos que han sido utilizados para acabar con vidas humanas.
«Cuando Nobel inventa la dinamita piensa que servirá para excavar galerías, para emancipar al hombre de la fatiga de las minas. Después, tras una explosión en la que muere el padre, entiende que será utilizada como instrumento de muerte», dice el joven escritor. «Luego el suyo se convertirá en un galardón para premiar la belleza y la verdad en todas las disciplinas. El general Kalashnikov, sin embargo, está tranquilo. Su obra lo hace sentirse orgulloso. Dos casos para reflexionar hasta dónde llegan las acciones de uno mismo. Y hasta donde llega nuestro ingenio», agrega.