La película posee ahora 45 minutos más, una banda sonora revisada y un color remasterizado digitalmente

Allá por mediados de los años 80, al británico Alex Cox se le consideraba un genio visionario de la categoría de sus contemporáneos, Jim Jarmusch, David Lynch o Gus van Sant, como abanderados del más genuino cine independiente. Acababa de cosechar unos grandes éxitos de crítica y público con «Repo Man» y «Sid y Nancy», películas de sensibilidad punk y subversiva que llegó a grandes audiencias. En 1987 estrenó simultáneamente «Straight To Hell» y «Walker», con Ed Harris, indisimuladamente políticas y pastiches de varios géneros. «Straight To Hell» robaba elementos del «spaghetti western» y de los filmes de criminales. Cox lograba enormes repartos a base de actores, amigos suyos y rockeros.

Cox, un director y actor británico de 55 años, le ha declarado a Los Angeles Times, con la ironía que le caracteriza: «cuando comencé, lo hice en los Estudios Universal y he acabado trabajando para Roger Corman… cuando generalmente suele ocurrir al revés». Habitante de una cabaña sin agua ni luz en los desiertos almerienses, reside desde hace años en Ashland, Oregon, con su segunda mujer. La cinta se titula ahora «Straight To Hell Returns» y posee 41 minutos más que la original, con la adición de escenas que fueron rechazadas en la sala de montaje, nuevas rodadas ahora, incluso con Elvis Costello, insertos de animación, una banda sonora revisada y un color remasterizado digitalmente por su director de fotografía original, Tom Richmond.

La película fue rodada en los desiertos almerienses de los «spaghetti westerns», y ahora se han añadido escenas originales encontradas en los archivos de la universidad californiana UCLA. En el reparto se puede ver al batería de The Clash, Joe Strummer, a Costello, a diversos miembros de The Pogues y a una jovencísima y rellenita Courtney Love, en los roles de criminales, bandidos y ämiguetes». Está su actor fetiche Miguel Sandoval y realizan cameos Jarmusch, Grace Jones y el añorado Dennis Hopper. Cox opina que la película ha conseguido una mayor densidad con los años y que incluso ha mejorado. Además está el elemento nostálico de ver a artistas que ya han fallecido. El prestigioso productor británico Eric Fellner desde Working Title está detrás de esta reconstrucción.

El orígen del film fue muy diferente. Cox había reclutado a Costello, Strummer y The Pogues para realizar una serie de conciertos antiguerra en la destrozada Nicaragua de Somoza y en apoyo de los sandinistas de Daniel Ortega, pero no encontró sponsores. Y decidió aprovechar al grupo de amigos para rodar lo que la película acabó siendo, dado que se habían comprometido para la gira musical, en Almería. Cox escribió el guión en un tiempo récord, la alegre pandilla desembarcó en España y la rodaron en cuatro semanas. Se estrenó en Burbank en 1987 y fue masacrada por la crítica. Desde Variety sentenciaron: «La película no va a ninguna parte». El título quiere decir «Directamente al infierno». En The New York Times la redujeron a una «instantáneamente olvidable película de medianoche».

En Los Angeles Times la incluyeron en la lista de las peores películas del año y los críticos solían descalificar películas escribiendo «es tan mala como Straight To Hell». Cox dice: «era como si nos hubieran dado una medalla, algo de lo que sentirse orgulloso». El film se estrenó en San Francisco y Los Angeles y va a recorrer los circuitos de festivales, centros culturales y cines de arte y ensayo. Cox acudirá siempre que pueda a presentarla. En Oregon trabaja desde su productora «The Exterminating Angel». Y fue actor para Arturo Ripstein en «La reina de la noche», interpretando a un nazi escondido en México.