Lucía Miranda escribe y dirige una pieza que aborda algunos secretos de familia en el Teatro Valle Inclán de Madrid
El Laboratorio Rivas Cherif del Centro Dramático Nacional y el Laboratorio de Creación Lazonakubik continúan apostando por los nuevos creadores. A través de un proyecto escénico que defiende el diálogo, el trabajo en equipo y la investigación, los proyectos van tomando forma y se convierten en espectáculos listos para ser llevados a las tablas. La nueva propuesta de este programa conjunto, «Nora, 1959», está ya en el escenario del madrileño Teatro Valle-Inclán.
«Nora, 1959» lleva la firma de la directora y dramaturga Lucía Miranda y es una adaptación libre e innovadora de «Casa de muñecas», de Ibsen. La Nora del texto original se transforma en una mujer nacida en España en 1931, el mismo año en que la Segunda República reconocía el derecho de voto de las mujeres. A través de la protagonista, que podría representar a toda una generación, el montaje aborda aspectos como la libertad, la posibilidad de elegir y la capacidad para imaginar otras vidas.
La investigación realizada durante meses de trabajo ha sido un elemento esencial para llevar a escena un espectáculo que otorga una importancia clave al espacio sonoro y a la radio de finales de los años 50 recuperando figuras como la de Elena Francis, los seriales de la época y las canciones de Concha Piquer o Juanito Valderrama. El resultado es una propuesta que funde el teatro documental con una de las obras más destacadas del dramaturgo noruego Henrik Ibsen.
El reparto de la obra está integrado por Nacho Bilbao, Ángel Perabá, Rennier Piñero, Efraín Rodríguez, Belén de Santiago y Laura Santos. La iluminación ha sido realizada por Toño Camacho, el vestuario es obra de Paz Yáñez, la escenografía ha sido diseñada por Javier Burgos, la música lleva la firma de Javier López y el espacio sonoro corre a cargo de Nacho Bilbao.