La película se estrena en el Moma de Nueva York con presentación de Peter Bogdanonich

Tan sólo tres horas después de finalizar el montaje de «Django desencadenado» («Django Unchained»), los afortunados espectadores se lanzaron a opinar en twitter y hasta The Guardian reflejó el fenómeno. El evento tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en una gala caritativa y lo presentó Peter Bogdanovich, quien calificó al autor de «Pulp Fiction» como «el director más influyente de su generación que ahora presenta su película más importante».

Continuó el autor de «Luna de papel»: «Es el más breve western largo desde «Río Bravo». «Django» dura 2 horas y 44 minutos y parece durar sólo la mitad». Bogdanovich había visto el film la noche anterior junto con Tarantino y dijo: «Todavía estoy temblando. Sus películas te agarran por la camisa y no te dejan moverte».
Tarantino subió al estrado, todo de negro y haciendo el signo de la victoria, recordó su eterna fascinación por Nueva York -«ensayé de niño el acento de Brooklyn para parecer en tipo duro como Robert De Niro en «Malas calles»- y mi primera visita fue con Harvey Keitel para buscar actores para «Reservoir Dogs». En contramos a Steve Buscemi…» Finalizó: «Visitar Nueva York con Keitel es como ir a Texas con John Wayne de compañero».
Entre la audiencia, todos resaltaron la impresionante cinefilia del director. Marie-Josée Kravis, elegante presidenta de la fundación del Museo, dijo en su presentación: «Creo que fue Eric Stoltz, que interpretó a un narcotraficante en «Pulp Fiction», quien dijo que Quentin era el diablo de Tasmania a bordo de un tren de alta velocidad. Y su madre confesó que para el Día de la Madre, el pequeño le escribía historias originales».
Rie Rasmussen, una modelo danesa devenida en directora y muy amiga de nuestro héroe, dijo que él la había ayudado a debutar y que sus enseñanzas era ver cinco películas al día. Al acto acudieron viejos amigos como Keitel, Buscemi, Jamie Foxx (el Django titular), Diane Kruger, Harvey Weinstein y Georgina Chapman. E invitados como Chelsea Clinton, John Slattery y el editor de «W» Stefano Tonchi. Después, una exclusiva cena en RZA, que sirvió de plató del film. Su dueño, el rapero Wu Tang Clan, que la acababa de ver, definió: «Una obra maestra»