TONY LEBLANC

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    Tony Leblanc (de verdadero nombre Ignacio Fernández Sánchez) nació, según presumía él, en el Museo del Prado de Madrid donde su padre trabajaba como portero el 7 de mayo de 1922. Él mismo trabajó durante un tiempo en el propio Museo del Prado como botones al tiempo que toma lecciones de canto y baile. En su adolescencia fue aficionado al boxeo, llegando a ser campeón de Castilla de los pesos ligeros amateur, al tiempo que participaba en diferentes compañías de teatro de aficionados. También fue jugador de fútbol del Real Club Deportivo Carabanchel en Tercera División en el que consiguió anotar 23 goles que le valdrían para el reconocimiento de pichichi de Tercera División.

    Debuta profesionalmente en 1944 con la compañía de Celia Gámez en los teatros Lara y Martín de Madrid y proseguirá en la Compañía de Nati Mistral donde se da a conocer con la obra «Te espero en el Eslava». En el cine debuta en 1945 en la famosa cinta «Los últimos de Filipinas», dirigida por Antonio Román. Su estrellato se extiende desde la segunda mitad de los años 1950 y la práctica totalidad de los 60 en títulos entrañables del cine español de entonces: «El Tigre de Chamberí» (1957), de Pedro Luis Ramírez, «Muchachas de azul» (1957), «Los tramposos» (1959) (ambas dirigidas por Pedro Lazaga), «Las chicas de la cruz roja» (1960, de Rafael J. Salvia), «Tres de la cruz roja» (1961, de Fernando Palacios) o «Historias de la televisión» (1964, de José Luis Sáenz de Heredia)
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    En algunas películas forma pareja artística con Concha Velasco, en otras, trío cómico-artístico con José Luis Ozores y Manolo Gómez Bur. Trabaja con Mariano Ozores, Sáenz de Heredia, Fernando Palacios, Rafael J. Salvia, Pedro Lazaga y otros populares directores, siempre en papeles cómicos, especializándose en personajes de chuleta madrileño. Protagoniza sus mejores actuaciones en «El astronauta» (1970, de Javier Aguirre) y en el remake del clásico de Rafael Gil «El hombre que se quiso matar» en 1973. También alcanzó gran popularidad con títulos como «Don Lucio y el hermano Pío» (1960, de José Antonio Nieves Conde), «Los subdesarrollados», de Fernando Merino y «Los que tocan el piano», de Javier Aguirre» (ambas de 1967), «El dinero tiene miedo» (1970, de Pedro Lazaga), «Ligue Story» (1971, de Alfonso Paso) o «Celos, amor y Mercado Común» (1973, también de Alfonso Paso).

    A la vez trabaja en teatros y revistas con éxitos teatrales como «Paloma palomita palomera» o «Esta es mi vida» (1975), y se convierte en uno de los humoristas españoles más populares grabando discos y gracias sobre todo a sus continuas apariciones en televisión.

    Autentico pionero de la televisión en España, durante los años 50 y 60 compaginó su carrera cinematográfica con especiales de humor, actuaciones cómicas varias y algunos programas propios en TVE, como «Las Gomas» (1956), «La Goleta» (1957), «Gran Parada» (1963-1964), «El que dice ser y llamarse» (1965), «En órbita» (1967), «Cita con Tony Leblanc» (1969, donde creó personajes inolvidables como Kid Tarao) y «Canción 71» (1971).

    Tony Leblanc también produjo, escribió y dirigió varias películas, iniciándose en la dirección con «El pobre García», comedia con Lina Morgan y Manolo Gómez Bur, a la que siguieron «Los pedigüeños» y «Una isla con tomate», pero pero al quebrar la productora que había creado para hacer estas películas provocó que abandonase su incipiente carrera como director cinematográfico.

    Es autor de un pasodoble de éxito: «Cántame un pasodoble español», creado para la revista «Un Pasodoble Español» (1970), de Lolita Sevilla, a raíz del cual continuó colaborando con ella en otros pasodobles: «Las piedras del camino», «Te digo sinceramente» o «Un abanico español» (éste último con el Maestro Quiroga). En 2005 publicó su autobiografía titulade «Esta es mi vida».

    Cuando Tony Leblanc decidió retirarse del cine en 1975 tras rodar «Tres suecas para tres Rodríguez», debido al agravamiento de una antigua dolencia cardiaca, nunca pensó que un grave accidente de tráfico ocurrido el 6 de mayo de 1983 truncaría definitivamente su carrera teatral. El accidente le dejó incapacitado temporalmente.

    Después de casi 15 años retirado, Santiago Segura, tras verle por televisión en la entrega del Premio Isbert de Teatro en Albacete, le rescata para su primera película, «Torrente, el brazo tonto de la ley» de 1998 donde consiguió un Goya al Mejor Actor de Reparto. La recogida de este premio en enero de 1998 fue especialmente emotiva debido a la casi milagrosa recuperación del actor, quien logró caminar después de haber permanecido en silla de ruedas. Segura contó de nuevo con él para continuar la saga de Torrente en los años 2001, 2005 y 2011.

    A partir de 2001 regresa a la televisión con pequeñas apariciones en la serie «Cuéntame cómo pasó» encarnando a Cervan, un viejo y entrañable quiosquero. En 2007, colaboró de nuevo con Santiago Segura en el programa de humor «Sabías a lo que venías».

    Tony Leblanc fue presidente de honor de la Asociación de Amigos de los Teatros de España, de la que había recibido su medalla de oro, máxima distinción asociativa, por su apoyo desinteresado a la protección del patrimonio arquitectónico teatral de España.

    Entre sus múltiples premios destacan el Premio Goya a la Mejor interpretación masculina de reparto (1998) por «Torrente, el brazo tonto de la ley»; y el Goya de Honor en 1994, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, la Medalla del Mérito al Trabajo (1980) y el II Premio Nacional de Teatro «Pepe Isbert» (concedido por los Amigos de los Teatros de España) entre otros muchos. Su fallecimiento sobrevino el 24 de noviembre de 2012 a los 90 años. Tony Leblanc era el padre de la actriz Silvia Leblanc.