TERESA WRIGHT

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    Teresa Wright nació en Nueva York el 27 de octubre de 1918. Estudió arte dramático y comenzó su carrera de actriz en el teatro. Se estrenó en Broadway con una obra de Thornton Wilder con la que haría después una gira la compañía. El productor Samuel Goldwyn vio la actuación de Teresa Wright, y la contrató de inmediato.
    Su debut en la pantalla no pudo ser mejor: «La Loba» (1941), al lado de la gran Bette Davis y con la dirección de William Wyler, que le supuso ser nominada al Oscar como mejor actriz secundaria. Wright consiguió algo extraordinario en el cine. Por su actuación en sus tres primeras películas fue candidata tres veces al Óscar, y una de ellas lo ganó en la categoría de mejor actriz de reparto.

    Con sus dos siguientes películas volvió a acariciar la gloria: Con «El orgullo de los Yanquis» (1942) volvió a ser nominada al Oscar, ahora como actriz principal, yendo a parar el Oscar a manos de Greer Garson por «La Señora Miniver» (1942), tercer largometraje de Wright, título por el que no solo fue nominada sino que logró la estatuilla dorada en la categoría de mejor actriz secundaria.

    Ese mismo año se casa con el guionista Niven Busch, con el que trabajaría en «Perseguida» (Pursued», 1947) y en «The Capture» (1950). Teresa Wright inició en el cine una sólida y prestigiosa trayectoria, con títulos como «La sombra de una duda» (1943), uno de los trabajos más queridos de Alfred Hitchcock, y «Los mejores años de nuestra vida» (1946), de nuevo con William Wyler, en la que interpretó el papel de la hija de un veterano de guerra que vuelve a casa, y que se enamora de otro militar recién regresado del frente, Dana Andrews.
    Teresa Wright no fue una estrella de Hollywood, probablemente debido a su aspecto dulce y sensible, pero sí se convirtió en una buena actriz. Trabajó en numerosas películas, de directores importantes y con actores famosos. En 1950 intervino en el drama «Hombres» (1950), una película de Fred Zinnemann que supuso el debut de Marlon Brando.
    Durante los siguientes diez años Wright intervino todavía en varias películas. Sin embargo, pronto comenzó a ser encasillada en papeles de mujeres hogareñas, de pocos recursos, lo que la desagradó hasta el extremo de que en 1959 abandonó el cine. A partir de entonces, y salvo algunas excepciones, se dedicó por entero a la pequeña pantalla, en la que cosechó notables éxitos de audiencia, y fue nominada en varias ocasiones a los premios Emmy.
    Teresa Wright se volvió a casar en 1959, ahora con el dramaturgo Robert Anderson (el autor de «Te y Simpatía»). Su muerte le sobrevino en New Haven, el 6 de marzo de 2005 como consecuencia de un ataque al corazón. Tenía 86 años.