RICHARD BROOKS

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    El escritor, guionista y director Ruben Sax, conocido por el sobrenombre de Richard Brooks nació en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos, 18 de mayo de 1912. Tras graduarse en la Temple University, Brooks trabajó como periodista radiofónico. En los años 40 dio inicio a su carrera en Hollywood escribiendo los guiones de películas como «La blanca salvaje» (Arthur Lubin, 1943); «La reina de Cobra» (Robert Siodmak, 1944); «Fuerza bruta» (Jules Dassin, 1947); o «Cayo Largo» (John Huston, 1948). En 1950 y gracias al impulso dado por el actor Cary Grant, dispuesto a pesar de su prestigio a colaborar con un director novel, Richard Brooks debutó en la dirección con la película «Crisis», drama producido por Arthur Freed que Grant protagonizó junto a José Ferrer. En este film Brooks también colaboró con Cedric Gibbons, afamado director artístico con el que coincidiría en varias ocasiones durante los siguientes años. Tras la Segunda Guerra Mundial en la que había combatido en los marines, fue asentando su categoría como director de actores.
    A Brooks se le recuerda especialmente como uno de los más brillantes adaptadores al cine de escritores tan diversos como Tennessee Williams, en «Cat on a Hot Tin Roof» («La gata sobre el tejado de zinc», 1958) y «Sweet Bird of Youth» («Dulce pájaro de juventud», 1962); Joseph Conrad en «Lord Jim» (1965); Fedor Dostoievsky en «The Brothers Karamazov» («Los hermanos Karamazov», 1958); Sinclair Lewis en «Elmer Gantry» («El fuego y la palabra», 1960); Francis Scott Fitzgerald en «The Last Time I Saw Paris» («La última vez que vi París», 1954), y Truman Capote en «In Cold Blood» («A sangre fría», 1967). «Todos mis filmes cuentan la historia de un hombre que busca su dignidad», dijo nen una ocasión.Pero Brooks fue del mismo modo un brillante director de actores: Paul Newman, Cary Grant, Humphrey Bogart, Elizabeth Taylor, Jean Simmons (con la que estuvo casado entre 1960 y 1977), Burt Lancaster, Peter O’Toole, Gene Hackman y Diane Keaton fueron algunos de los protagonistas de sus filmes. No contento con trabajar con las estrellas consagradas, Brooks dio sus primeros papeles importantes a nuevos valores como Sidney Poitier, en «Blackboard Jungle» («Semilla de maldad», 1955), y Richard Gere, en «Looking for Mr. Goodbar» («Buscando al señor Goodbar», 1977). También se convirtió en un incisivo analista de la política y la sociedad norteamericana de su tiempo, con películas que marcaron un hito en la denuncia del racismo y los problemas de la educación como «Blackboard Jungle», y otras que reflejaron la incidencia del periodismo como cuarto poder, caso de «Deadline U.S.A.» (1952).
    EL ALA IZQUIERDA DE HOLLYWOOD
    Situado al ala izquierda del cine hollywoodiense de los 50 y 60, en su filmografía quedó siempre reflejada la tensión propia entre el autor independiente y el férreo sistema de los estudios de Hollywood, algo que caracterizaría a casi todos los integrantes de la llamada generación de la violencia. Pero el cine de Brooks fue siempre distinto del de Samuel Fuller, Robert Aldrich, Nicholas Ray, Richard Fleischer y Don Siegel, las otras figuras notables de esta generación que, a su modo, intentó cambiar el curso del cine norteamericano.Brooks procedía del campo de la escritura –como periodista, novelista y guionista–, algo en lo que solo coincide con Fuller. Tampoco gozó con la misma intensidad de la reivindicación cahierista de la que se beneficiaron Fuller y Ray, por lo que su obra, muy coherente en lo ideológico y en lo estético, quedó a veces relegada en una segunda línea. En los últimos años se ha buscado recuperarla y situarla en su lugar justo en el mapa cinematográfico estadounidense.
    Como sus compañeros de generación, tocó casi todos los géneros clásicos otorgándoles una mirada nueva, realista, madura y personal. Lo hizo en el western, con títulos comprometidos como «The Last Hunt» (1956) –sobre las masacres indiscriminadas de bisontes– y «The Professionals» («Los profesionales», 1966) –acerado retrato de los mercenarios estadounidenses en la revolución mexicana–, en el bélico – «Battle Circus» (1953) y «Take the High Ground» («Hombres de infantería», 1953)–, el melodrama –las sólidas adaptaciones de Tennessee Williams–, el cine de aventuras –»Something of Value» («Sangre sobre la tierra», 1957)– o el thriller setentero hoy tan alabado, al que dio un filme como «Dollars» («Dólares», 1971).
    PREMIOS
    Ganador de un Oscar al mejor guión original en 1961 por «El furgo y la palabra» y nominado en tres ocasiones como director («La gata sobre el tejado de zinc», «Los profesionales», «A sangre fría»), y cuatro más nominado al Oscar como guionista («Semilla de maldad», «La gata sobre el tejado de zinc», «Los profesionales»y «A sangre fría»), Brooks se inició como guionista de emblemáticos filmes del cine negro de los años 40, como «Brute Force» («Fuerza bruta», Jules Dassin, 1947) y «Key Largo» («Cayo Largo», John Huston, 1948). Edward Dmytryk adaptó una de sus novelas en «Crossfire» («Encrucijada de odios», 1947). Además, Brooks escribió el guión de casi todos sus filmes como director, con el periodismo y la literatura como base de un cine que también contribuyó notablemente a los cambios expresivos de los años 50 y 60, en busca de imágenes de mayor fuerza e impacto. A partir de 1970 su producción menguó en cantidad, rodando el interesante western «Muerde la bala» (1975), película protagonizada por Gene Hackman, Candice Bergen y James Coburn. Otros títulos de su última etapa fueron las citadas «Dólares», con Warren Beatty y Goldie Hawn; «Buscando al señor Goodbar», drama con el protagonismo de Diane Keaton; «Objetivo mortal» (1981), sátira protagonizada por Sean Connery, y su última película, «Fever Pitch» (1989), un melodrama con Ryan O’Neal como principal estrella.
    El 11 de marzo de 1992, Richard Brooks murió por problemas de corazón en Beverly Hills, California.