MARISA PAREDES

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    María Luisa Paredes Bartolomé comocida en su trabajo interpretativo como Marisa Paredes,nació en Madrid el 3 de abril de 1946. Su madre era portera de su casa. De niña veía pasar a los actores y fabulaba con aquella vida de farándula mientras subía por las escaleras cubos de agua que llenaba en la fuente para que su madre fregara las escaleras. Desde niña mostraba una gran vocación por el teatro. Cuando le dijo a su padre que quería ser actriz, éste bramó: «Pero la niña ¿qué se ha creído, que es Lola Flores?». En 1960 (a los catorce años de edad) debutó en cine. Al año siguiente debutó en teatro. Actuó con la compañía de Conchita Montes como meritoria, en la obra de José López Rubio «Esta noche tampoco».Pero el hombre que la abrió a la vida fue Fernando Fernán Gómez. Cuando le conoció tenía 16 años, hacía sólo uno que había debutado en la compañía de Conchita Montes. Él ya rondaba los 30 y era un actor e intelectual reconocido. La deslumbró. «Fue un maestro de vida. Representaba lo más fascinante que podía tener una persona: inteligencia, cultura, sentido del humor, lucidez…». La actriz interviene en la película «Y el mundo sigue», de Fernán Gómez.
    El teatro la ha acompañado durante toda su trayectoria profesional, aunque el número de intervenciones como actriz en cine o televisión (en el programa de teatro «Estudio 1» entre otros) es considerable.

    En las décadas de 1960 y 1970 Marisa Paredes interpreta papeles secundarios en filmes de géneros muy dispares. Trabaja sobre en roles secundarios y principalmente en comedias. «Carola de día, Carola de noche», de Jaime de Armiñán; «La revoltosa», de Juan de Orduña; y «El perro», de Antonio Isasi-Isasmendi, fueron algunos de los títulos en los que participó en la década de los sesenta y setenta.

    Posiblemente «Ópera prima» (1980) de Fernando Trueba supone un punto de inflexión y el inicio del despegue de Marisa Paredes en el cine. A la película de Trueba le sigue inmediatamente después «Sus años dorados», de Emillio Martínez Lázaro.
    Casada con el director de cine Antonio Isasi-Isasmendi, al que conoce con 27 años en el famoso Boccaccio de Madrid, lugar de reun ión de la farándula en los finales 60 y 70, nació en 1975 su única hija, la también actriz María Isasi. La actriz se separó poco después para iniciar en 1983 una relación con Chama Prado (su segundo marido) que durante muchos años fue director de la Filmoteca Española.
    Su trabajo con Fernando Trueba convierte a Marisa Paredes en actriz fetiche para las óperas primas de los nuevos directores de los 80: Agustí Villaronga («Tras el cristal»), José Sacristán («Cara de acelga») o Felipe Vega («Mientras haya luz»). Al mismo tiempo continúa trabajando en los escenarios, con grandes de la escena como Lluís Pasqual.

    Su reconocimiento internacional y masivo entre el público español le llegó con el director manchego Pedro Almodóvar, quien la convirtió en una «chica Almodóvar»; Paredes tiene un papel en «Entre tinieblas» (1983) y consigue ya papeles principales en películas como «Tacones lejanos» o «La flor de mi secreto». Por esta última película fue nominada al premio Goya como mejor actriz protagonista. Siguió colaborando con Almodóvar en «Todo sobre mi madre» (1999), «Hable con ella2 (2002) y «La piel que habito» (2010).

    Pedro Almodóvar le abre las puertas del mercado internacional y tuvo pronto trabaja a las órdenes de directores muy reconocidos del cine europeo y en producciones tan emblemáticas como «La vida es bella» (de Roberto Benigni) y «Profundo Carmesí» de Arturo Ripstein.
    Habitual del cine europeo, ha trabajado con realizadores como Amos Gitai («Golem, l’esprit de l’ exil»), Daniel Schmid («Hors saison»), Philipe Lioret («En tránsito»), Raoul Ruiz («Tres vidas y una sola muerte», donde comparte plantel con Marcello Mastroianni), el citado Roberto Benigni («La vida es bella»), Alain Tanner («Jonás y Lila»), Maria Sole Tognazzi («L’uomo che ama»), Cristina Comencini («Mi familia italiana»), Manoel de Oliveira («Espelho mágico»)…

    Su amplia filmografía, de más de 75 películas, se completa con largometrajes como «Profundo carmesí» y «El coronel no tiene quien le escriba», de Arturo Ripstein; «El espinazo del diablo», de Guillermo del Toro; «Frío sol de invierno», de Pablo Malo; y «El dios de madera», de Vicente Molina Foix, entre otros.

    Desde el 2000 al 2003 fue la presidenta de la Academia del Cine Español, haciendo frente a la época más controvertida y polémica de ésta, ya que en el momento inicial de la Guerra de Irak, los profesionales del cine español se manifestaron rotundamente en contra de todo ello en la gala del año 2003. En 2018 la actriz recibe el Goya de Honor de la Academia donde se le reconoce «una prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio».
    En 2010 interpreta el papel de reina Sofía en la miniserie de televisión emitida por Telecinco «Felipe y Letizia». Y en 2018 estrena «Petra», de Jaime Rosales. Marisa Paredes ha recibido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, así como premios cinematográficos en certámenes internacionales como el de Karlovy Vary, Taormina, Gijón o Málaga. En 2017 recibe la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladold (Seminci) en su 62 edición.