JERRY LEWIS

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    Joseph Levitch, que adoptaría el nombre artístico de Jerry Lewis, nació el 16 de marzo de 1926, en el seno de una familia judía de Newark (New Jersey). Su padre fue cantante de cabaret y su madre una pianista de variedades. A los cinco años cantaba en el coro «Castkills», a los diez organiza un espectáculo teatral para la American Red Cross con sus compañeros de colegio. Allí recibe los motes de»Id» (idiota) por sus continuas payasadas y «Ugly (feo) por su parecido poco agraciado, y a los quince años es expulsado del colegio.
    Trabaja en diferentes empleos y a los 17 años se inicia como gagman e imitador de otros actores comicos. A partir de 1941 sus dotes de cómico comenzaron a quedar de manifiesto cuando aparecía en las atracciones de los cines de la cadena Paramount. En 1944 se da a conocer como cantante en las big bands de jazz de Jimmjy Dorsey y de Ted Fiorito.
    En 1946, cuando trabaja en el Club 500 de Atlantic City, otro debutante de cabaret, Dean Martin, apareció como cantante de melodías sentimentales. Un error hizo que ambos actores se encontraran juntos en el escenario: así nació el tándem Dean Martin – Jerry Lewis. En poco tiempo se convierten en el team más popular de Estados Unidos gracias a sus originales e intencionados números burlescos y a sus repetidas actuaciones en la radio y en la televisión en 1948.
    En 1949 Jerry Lewis y Dean Martin debutaron en la pantalla junto a la actriz radiofónica Marie Wilson en»My Friend Irma» (George Marshall, 1949). Ya en su tercera película, «At War With the Army» (Hal Walker, 1951), eran los protagonistas. Protagonizaron otras tantas. Así, Norman Taurog concedió a Lewis el papel de artista de variedades en «Jumping Jacks» (1952) y el de un falso niño travieso refugiado en un colegio de jovencitas en «Un fresco en apuros» («You’re Never Too Young», 1955).
    Después del éxito obtenido, Lewis comenzó a barajar la posibilidad de actuar en solitario. Ya en «Artistas y modelos» («Artists and Models», Frank Tashlin, 1955) eclipsó a Martin. Su última aparación que tuvieron juntos fue en «Loco por Anita» ( 1956), en cuyo rodaje se pelearon y dejaron de hablarse. En julio de 1956, se separaron definitivamente.
    LEWIS DIRECTOR
    Lewis, después de trabajar en la radio, la televisión, el music-hall y el cine, decidió estrenarse en la canción y el disco. Pronto comenzó a trabajar como productor y guionista de muchas de sus películas, antes de ser su propio director. En su primer papel en solitario, en «Delicado delincuente» («The Delicate Delinquent», Don Mcguire, 1957), procuró interpretar el fenómeno de la delincuencia sin que la risa disimulara del todo la emoción subyacente.
    Su trabajo de creador fue descubierto especialmente en Francia donde fue elevado al rango de autor. Antes de dirigir su primera película, rodó «Yo soy el padre y la madre» (1958) y «Cinderfella» (1960). En 1960 se llevó a cabo su primera película como director con «El botones». En ella encarnaba un botones torpe y mudo, que solía crear un gran número de catástrofes sin decir ni una sola palabra. Su segunda realización, «El terror de las chicas» (1961), es una de sus mejores obras. Ese mismo año apareció también «Un espía en Hollywood». En «El profesor chiflado» (1963), hace una parodia de la novela de Stevenson «El doctor Jeckill y Mr. Hyde». De nuevo trabajó como actor en «Lío en los grandes almacenes» (1963) a las órdenes de uno de sus directores preferidos, Frank Tashlin. Con «Jerry calamidad» (1964), apareció en una obra basada en efectos cómicos fallidos. Tras esta película Tashlin le dirigió de nuevo en «Caso clínico en la clínica».
    En «Las joyas de la familia» (1965), consiguió encarnar a siete personajes diferentes en secuencias independientes: ayudada por un chófer de gran corazón, torpe y complejo, una niña millonaria debe elegir un tutor entre seis hombres muy extraños. Tras esta película abandonó oficialmente la Paramount por la Columbia. «Tres en un sofá» (1966) pretendió acabar con ese personaje habitual pero se inspiró en las más banales comedias de teatro ligero que se basaban en el sistema del equívoco. Después dirigió «La otra cara del gangster» (1967), rodada en exteriores.
    En 1970 Lewis realizó en Gran Bretaña «One More Time». Su salud empeoró por lo que se vió obligado a abandonar la pantalla. En 1979, hizó «¡Dale fuerte!», con la que Lewis recobró su talento. Pero no fue hasta 1983 donde Lewis volvió a ser el mismo de los años sesenta. Simple actor en «El rey de la comedia» (1982), dirigida por Martin Scorsese, en la que hacía un personaje dramático. Un año desués sigue con «Slapstick» (Steven Paul, 1983) en la que aparecía bajo un maquillaje sorprendente.
    En la gala de entrega de los Oscar 2008, que tuvo lugar el 23 de febrero de 2009, Jerry recibió el Premio humanitario Jean Hersholt, que reconoce el trabajo de Lewis para ayudar a personas con distrofia muscular, enfermedad que él mismo padece. Según el Motion Picture Herald, Jerry Lewis ha sido el primer Star of Tomorrow de 1950 y durante los años 50 del siglo XX está prácticamente siempre entre los 10 primeros Money Making Stars. Jerry Lewis, que estaba casado desde 1944 con la cantante Patti Palmer falleció por causas naturales el 20 de agosto de 2017 en su casa de Las Vegas.
    PÁLABRA DE CÓMICO
    «Soy la prueba viviente de los efectos de una clase de «snobismo intelectual». No puedo sentarme en ciertas mesas de la Asociación de Directores poreque hago lo que algunos consideran como «productos de risa». Si me saluda John Frankenheimer, espero que nadie le vea hacerlo, no vaya a ser que le digan algo, porque yo hago películas con gente que se cae de culo, lanza chorros de agua y pasteles de nata; pero, a mi manera, creo que digo algo en mis películas».
    «No tengo una teoría clara sobre lo que provoca la risa del público, pero creo que en la base de la comedia está siempre un hombre en dificultades, un hombre pequeño contra un hombre grande. Las bolas de nieve deben tirarse siempre al hombre que lleva sombrero de copa, no al que lleva un sombrero viejo de fieltro. El que lleva el sombrero de copa es el presidente del banco que tiene hipotecada nuestra casa o el empresario de las pompas fúnebras».
    «El compromiso del cineasta con la sociedad no consiste más que en la esperanza de que esta sociedad vea su película. Si no le importa lo que la sociedad crea, lo que está haciendo es un viaje hacia sí mismo, y eso no es precisamente un cineasta»
    «El éxito es un asunto de vida o muerte para un cineasta. La satisfacción de lo realizado está ahí, pero hace falta el éxito comercial para poder continuar. La economía en el cine es algo tan importante que no basta con la satisfacción»